Rafael García Garrido es el director gerente de Nautalia viajes y acaba de entrar en el laberinto: desde finales de 2016 es, con Simón Casas, el nuevo empresario de Las Ventas, el ancla de Plaza 1, la zona cero de la nueva tauromaquia. Juntos asaltaron la adjudicación con la única operación secreta conocida en el toreo. Fulminada Taurodelta, él era el hombre bomba. Rafael, madrileño, tiene tres hijos y 43 años, es una persona en calma, confiado y cercano, el reverso cerebral del francés. El flequillo lo delata. Responsable de la agencia de viajes desde hace algo más de un año, se ha convertido en la sonda extraterrestre que ha aterrizado en el sector taurino para encontrar vida, asumiendo el ambicioso objetivo de convertir la plaza de toros en el recreo de Madrid, de combinar turistas, paletos y guapos. Su inversión es oxígeno para un sistema atropellado por la realidad y bulímico, saturado de brindis al sol. Si él fracasa, quizá no haya marcha atrás. Ya han conseguido lo imposible: hay ganas de San Isidro. 

¿Qué hace alguien como usted en un sector como este?

Bueno, creemos que fusionar el mundo taurino con el turismo es algo importantísimo para ambos sectores y vimos la oportunidad de ser la primera empresa que podía hacerlo.

¿Cómo surgió la idea de hacerse con Las Ventas, de aceptar un reto tan grande, y de la mano de Simón Casas?

Conozco el mundo taurino, eso es clave. Quien no lo conozca tiene muy difícil embarcarse en esto. Llevaba dos años trabajando dentro de la plaza de toros, gestionando las salas vip, y conocía un poco las posibilidades. Y con Simón Casas porque creo que, de todos los empresarios taurinos, es el único diferente. No tiene carácter especulativo, no está aquí para ganar dinero, que obviamente hay que ganarlo, pero no está para eso; él está para de verdad hacer las cosas muy bien. Todo lo que dice de pasión y tal es una realidad. Lo veo todos los días, lo vivo, no es fachada, él es así.

Simón Casas puede ser un romántico pero luego esto tiene que ser rentable. El canon anual supera los 2 millones de euros.

Claro, claro. Sin ninguna duda. La fusión es buena porque él se dedica a crear una programación de muchísima calidad y yo al resto. Todo lo que se ha presentado se ha trabajado muchísimo. Hay un presupuesto orientado a varios supuestos, como se trabaja en el mundo de la empresa. Hemos creado varios escenarios. El que nosotros llamamos worst case [el peor de los casos] el caso normal y el mejor de los casos. Y a partir de ahí tenemos un plano presupuestario que hay que cumplir.

Durante el proceso de adjudicación mencionó que tenían un plan para atraer turistas. ¿Ha comenzado a funcionar?

Sin duda. Desde el 29 de enero, perdón, desde el 22, está funcionado todas las noches El corral de la Pacheca en la sala Alcalá [no aparece nada en la web en construcción de Las Ventas ni en el buscador Google]. Hay todos los días 200 asiáticos en dos turnos. Les va genial, lo tienen lleno absolutamente. Estamos trabajando en un montón de opciones. Con motivo de Fitur enseñamos Las Ventas a 200 operadores internacionales. Estamos trabajando para tener afluencia de público más allá del taurino.

Respecto a los packs que se iban a ofrecer a turistas, ¿puede explicar en qué consistirán?

Eso está en marcha para ofrecerlo fundamentalmente a Latinoamérica. La oferta incluye todo, desde el traslado, la estancia en Madrid, la entrada a los toros y actividades alrededor, que el cliente puede elegir. Tenemos que intentar ponérselo fácil a la gente para que venga. La comercialización comenzará el 15 de febrero. Vamos a potenciar también el producto vip. La plaza tiene mucho más recorrido. Habrá vida más allá de la Sala Alcalá. Hay 29 palcos que tendrán todo tipo de servicios incluidos en la entrada.

“Hay que desdramatizar la tauromaquia, ¡como era antes!”

La presentación de San Isidro está al caer.

El 8 de marzo.

Qué evento hay preparado para ese día.

Será un evento que se hará aquí, en la plaza de toros, en una carpa que ya está montada. Queremos darle una relevancia social importante. Por supuesto, estarán invitados todos los actuantes de la Feria de San Isidro. Además de eso, vamos a invitar a personajes conocidos. ¿Alguna confirmación? Sí, sí, la hay, pero no lo puedo decir. Hay cuatro o cinco muy gordos que nos han dicho que sí. Tenemos una idea muy romántica, pero que está tomando cuerpo, y es la de nombrar a ciertos embajadores de la plaza de toros de Las Ventas en el mundo, personajes de relevancia social que nos ayuden también a desdramatizar un poco la tauromaquia, a que todo sea más normal, ¡como era antes! Es que realmente lo hemos perdido todo en los últimos seis, siete años, haciéndose esto un reducto de gente… [ahueca las manos]. Cuando hay jóvenes a los que le gustan los toros. Vamos a apostar por ellos, con descuentos y acudiendo a la Universidad, donde Simón tiene previsto dar alguna conferencia. A mí me gustan desde que tengo 8 años. Parece que ir a los toros y que te gusten es algo facha y cañí y todo lo contrario, ¿no? La presentación de San Isidro es un evento muy importante.

Qué se ha avanzado en el objetivo de convertir la plaza en un centro de ocio.

Se está avanzando mucho en adecuar la plaza a las medidas de seguridad. Permisos, licencias… Antes estaba aquí todo como revuelto. Nadie tenía claro nada. Hemos metido a un productor ejecutivo de conciertos que, junto a un ingeniero y un abogado experto en temas de aforo y permisos, se está dedicando a tener un aforo absolutamente claro de Las Ventas y todas las medidas del plan de evacuación perfectamente diseñadas, tal y como nos pedía el pliego. Ahora comienza la reforma de las barras, para hacerlas más cómodas, renovarlas. Vamos a poner más de 150 cámaras en Las Ventas, que no había hasta ahora, es algo del siglo pasado. Y tornos o pistolas, para controlar exactamente a la gente que entra.

¿En las corridas de toros también?

Sí, sí claro. Es increíble que un espectáculo donde entran 24.000 personas se siguiera pasando sin ningún control. El 26 de marzo, en el primer festejo, no sé si habrá pistolas o tornos. Para los tornos habría que hacer una obra complicada, es un lío con Patrimonio. A lo mejor vamos a pistola, que es más sencillo. Nuestra obsesión es modernizar Las Ventas y hacerla accesible al público, en la medida en la que nos lo permitan. Lo ideal sería reducir el aforo, con asientos más cómodos, unitarios, pero hay muchos problemas.

Rafael García Garrido delante de su nuevo despacho en Las Ventas. Pablo Cobos

¿Cómo explicarías a alguien que esto es un sector atractivo para invertir, tal y como lo está haciendo Nautalia?

No conozco ningún espectáculo en el mundo que durante 31 días esté al 90% de ocupación, siempre. Me parece que es algo que está bastante virgen en cuanto a los atípicos que le rodean. Está muy por explotar.

Respecto a la adjudicación, ¿pensaron que se lo iban a poner tan fácil?

No, en ningún caso. Nos sorprendió la oferta tan mínima que presentaron.

Como empresario que viene de fuera del sector taurino, ¿esa situación la ha vivido en alguna ocasión?

No, nunca. Que sólo haya dos concursantes es… Y uno con una oferta tan continuista, tan normal. No lo he visto nunca.

Qué le dice de cómo está el sector taurino.

Ayer [por el 29 de enero] lo decía Simón en una entrevista, que los empresarios taurinos se están acabando. Cada vez hay más concentración. Creo que la fiesta de los toros necesita dar un paso y modernizarse respetando la tradición, lo que es, que no es un juego. Necesita dar tres pasos, no uno.

Dice que cada vez hay más concentración y que Simón Casas supone un proyecto diferente respecto a sus compañeros, pero luego se dan situaciones como la de Málaga en las que os habéis unido al resto [la gestión de la Malagueta ha sido adjudicada el pasado jueves a la unión con Manuel Martínez Erice, Matilla, Ramón Valencia y Martín Lorca] ¿Cómo se explica eso?

La unión en la Feria de Málaga viene determinada por la propia naturaleza del pliego. Al final, todo, igual que pasó en Madrid o en las plazas en las que estoy conociendo, lo determina el pliego. Cuando la diputación de Málaga lo redacta y pide una serie de requisitos, las cartas de los toreros, por ejemplo, hace inviable presentarse solo. Imagínate lo que supone Málaga como destino turístico, lo importante que es. Esa unión es la que hace que hayamos podido ir.

¿Cree que se puede cortar la sangría de espectadores [450.000 en 10 años] y abonos?

No, no. Al revés. Nuestro objetivo es aumentar los abonos. ¿Cómo? Claramente mejorando la calidad de programación. Yo siempre renuevo mi abono pero antes, con sólo seis o siete carteles de interés, y sin dificultad para conseguir entrada, muchos no se abonaban. Si ahora hay 18 espectáculos interesantes, la gente se tiene que abonar. Hemos hecho un 10% de descuento a los abonados y vamos a potenciar la Feria de Otoño. El objetivo es ambicioso: no sólo frenar la pérdida de abonos, sino recuperarlos.

¿Qué ocurriría si a pesar de todos los esfuerzos ese objetivo no se consigue?

No podemos pensarlo. Tenemos que pensar que va a ocurrir. De verdad, veo a Simón trabajar 12 horas al día para aumentar la calidad, que es la manera de recuperar abonos.

¿José Tomás y Morante?

Eso no lo puedo decir yo. Me consta que Simón está haciendo todos los esfuerzos por tener una programación de nivel. Él es el encargado de los asuntos taurinos.

“Ir a la plaza tiene que ser una experiencia”

¿Cómo pretenden atraer a gente no aficionada durante el resto de la temporada?

Hay que hacer 72 festejos. Tienes que intentar rentabilizarlos. Vamos a cambiar la política de precios en las novilladas nocturnas para atraer a público. Mucha gente va al tenis, a mí me pasa, y no ve el partido, hay tan buen ambiente que ni entras.

¿Cómo se le convence de que se queden en los toros? ¿Cuál es vuestro plan?

Vuelvo a insistir. La mejora de la programación, crear interés. Si el espectáculo que se ha producido es de calidad y divertido, la gente volverá. Si traes a una persona en julio a ver una corrida infumable...

Sé a lo que se refiere, pero habrá situaciones en las que la gente se lo esté pasando bien en el interior y cuando entre al tendido se aburra. ¿Hay algún plan para que eso no ocurra y se produzca la transición?

El plan es que todo lo que es la asistencia al espectáculo sea una experiencia, que tenga muchas partes, que te pueda gustar más una u otra. Debe ser una experiencia venir a la plaza.

¿Cuándo empiezan las “grandes campañas de publicidad”, anunciadas en la presentación de la empresa?

Comienzan en febrero. Queremos que sea impactante. Tiene que haber una parte de marketing importante. Pero pensamos sobre todo en la comunicación, porque en una ciudad de siete millones de habitantes no puedes llegar sólo con marketing. Tienes que llegar comunicando. El evento 8 de marzo, por ejemplo, es la forma más importante de comunicar que esto es un espectáculo vivo.

Es aficionado y conoce la tauromaquia. ¿Qué tipo de futuro le augura? ¿Con alguna variación?

Creo que es fundamental que el propio espectáculo tenga avances. ¿En qué sentido? A ver, no puedo dar una opinión como profesional, claro, sería una banalidad. Hay cosas establecidas que deberían cambiar. Primero, por no echarnos encima a los antitaurinos. Algo hemos pensado, pero no puedo decir nada. Un señor de un tendido alto no puede ir al baño sin perderse un toro, por ejemplo. Al final se aceptó la decisión de que los picadores salieran cada uno por una puerta y se ahorran 10 minutos. Es fundamental que el reglamento colabore en la modernización. El toreo está intervenido. Al final el espectador lo va a agradecer, tiene que ser mucho más cómodo. La plaza de toros de Madrid es incómoda. La tauromaquia avanzará si el empresariado taurino es del siglo XXI y con ideas nuevas; y los reglamentos tienen que adecuarse al tiempo que vivimos.

¿Es la corrida de la Cultura un experimento para poner en práctica todo lo tenéis en mente respecto a la mejora del espectáculo?

No, en principio está concebida para crear algo emblemático. La Beneficencia, que parte de los años de Franco, perduró en el tiempo y es la corrida más importante del año. Simón ha tenido la genial idea de crear algo que también perdure. Si todos dicen que la tauromaquia es cultura, esa corrida tiene que demostrarlo y que la presida el Ministro de Cultura.

¿No sería mejor utilizar la base de la Beneficencia para adaptarla?

Hay base buena, afición y fuerza como para crear otra. El toreo necesita que hagamos muchas cosas. A Simón se le ocurrirán 50 y funcionaran diez, pues fenomenal. Es mejor eso que nada. Aquí haremos un montón de cosas.

"Nuestro objetivo es recuperar el público perdido durante estos años" Pablo Cobos