Ocurre en Francia. Desde el viernes las ciudades taurinas, sus ayuntamientos, las asociaciones, los aficionados, ganaderos, toreros y empresarios del país soportan un nuevo ataque antitaurino. Los animalistas han enviado cartas anónimas preparadas para rebanar los dedos a sus receptores: han colocado cuchillas en su interior de tal forma que cuando el paquete se abre, forzando el papel al estar muy pegado a ellas, el dedo se desliza por el filo hundiéndose en un corte profundo. Se han recibido alrededor de 40 y, por suerte, tan sólo hay que lamentar un herido, que ya se recupera.

“Fue nuestro tesorero”, explica André Viard, matador de toros retirado, licenciado en Derecho Constitucional y presidente del Observatorio Nacional de las Culturas Taurinas, entidad que aglutina a los aficionados franceses. “Al abrirla se hizo un corte profundo en el pulgar izquierdo, porque es zurdo. Es muy perverso. Las cuchillas están colocadas para tener que forzar el papel si quieres abrir la carta. Están pegadas a él. Cuanto más esfuerzo hagas, más se clavan. Puede llegar hasta el hueso”, explica.

Es el único herido porque de inmediato avisaron a través de las redes sociales de lo que había ocurrido. “El tesorero no es un objetivo habitual, entendí que podrían enviar más cartas”, relata Viard, experto ya en este tipo de ataques después de años sufriéndolos. “Se han recibido más de 30 por toda Francia”. La lista de objetivos repasa las ciudades Nimes, Arles, Alès, Vic Fezensac, Burdeos, Bayona y Orthez. Allí las han recibido distintas asociaciones y profesionales, como el empresario de Las Ventas Simón Casas, el matador Juan Bautista o Richard Millan, director de la escuela taurina de Nimes. “También el ganadero Robert Margé”. Y hasta la sede del Ayuntamiento de San Vicente de Tirós. “Y en mi casa”, se resigna el portavoz del Observatorio. “A mí me pusieron cuchillas arriba y abajo porque ya saben que las cartas las abro del revés por si acaso”, señala Viard.

“No paran”, continua. “Desde el viernes no han parado de llegar”. El Observatorio ha recomendado denunciar individualmente estas acciones y después intentará encauzar la investigación a través de una única fiscalía. “Lo que hemos hecho nosotros ha sido comprobar con nuestros abogados el código desde donde viene cada carta. Así sabemos desde qué zonas se han mandado”.

Señalan a tres localizaciones: Mauguio, “un pueblo situado entre Beziers y Nîmes”, Dijón y uno de los distritos de la periferia de París. “Han dejado huellas dactilares y ADN. Los gendarmes están ya investigando”. Las pruebas son valiosas desde que la policía francesa recoge en sus ficheros a los antitaurinos más violentos. “Es posible que los encuentren porque ya los toman en serio. Antes, en 2006, las autoridades no le daban importancia, como ocurre ahora en España. Por suerte ya hay una lista de radicales, con todos sus datos, y será más fácil dar con ellos”. 

“Esto lo veo yo como terrorismo. Se intenta infundir el miedo a la gente de una forma fiera. Es cobarde, porque cualquiera, taurino o antitaurino, puede abrir esa carta. Se trata de una acción”, desarrolla, “premeditada. Se han enviado desde tres sitios diferentes con caligrafías distintas. Es una acción de grupo, un plan estudiado y eso a nivel penal es más grave. Se penaliza como acto criminal en Francia”, puntualiza.

Ninguna asociación antitaurina ha condenado el ataque. “No son pacifistas en modo alguno como ellos reivindican. Estamos a la espera. Ha sido muy cobarde”.

Atacado desde 2006

Una década antes André Viard comenzó a recibir ataques antitaurinos. “Ya enviaron sobres así en 2006. Las cartas son difíciles de controlar porque si no las tocas no puedes imaginar lo que viene dentro”. En 2011 intentaron quemar su casa de madrugada. Una de sus hijas se levantó justo cuando las llamas empezaron a devorar la puerta. Desde entonces vive con ciertas medidas de seguridad. “Tengo cámaras de vigilancia, no confiamos del correo que recibimos y cuando voy a alguna charla me acompaña la policía”. Le han deseando la muerte hasta desde Estados Unidos. “Un señor me amenazó. Logré desenmascarar su identidad en las redes y puse una denuncia. El FBI lo está buscando, porque está huido”.

La radicalización se explica, dice, “porque estamos plantándole cara, ahogándo a los animalistas a nivel jurídico. Se han prohibido las manifestaciones en la plaza de toros, se han empezado a condenar a algunos de ellos y eso hace que la gente no se movilice como antes, ya no interesa”. Intentan contrarrestar la pérdida de visibilidad con violencia. “La gente está en contra. El discurso de los animalistas pacifistas está por el suelo. Les ha salido mal”. “Nosotros no hemos elegido esto”, continua, “pero puedes arrodillarte o plantar cara. Y hemos elegido lo segundo porque defendemos la libertad, porque atacan nuestro modo de vida. Son terroristas”.

El Observatorio Nacional de las Culturas Taurinas

Esta entidad nació en 2008 en Francia y desde entonces André Viard es su presidente, encadenando dos victorias consecutivas en las elecciones celebradas. Su objetivo es la defensa de la tauromaquia. Algo parecido a lo que desde 2015 realiza en España la Fundación Toro de Lidia. En el país vecino el Observatorio ha logrado detener prohibición de entrada a las plazas de toros dirigida a los menores de edad, el apoyo del Gobierno de Hollande con una sentencia que blinda el toreo, su inclusión en el Patrimonio Cultural Inmaterial francés y se reunió en España con la Asociación de Parlamentarios Taurinos para pedir la declaración del toreo como Bien de Interés Cultural en los años en los que la prohibición catalana era todavía una amenaza. Durante la temporada pasada el Observatorio ha tenido presencia en nuestro país con la exposición itinerante Tauromaquias Universales, que ha estado presente en varias plazas de toros desgranando el origen y la evolución del toreo.

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