La corrida de rejones solapaba con los primeros minutos de la final europea que ha paralizado Madrid. Hubo la lógica desbandada cuando las metálicas mulillas arrastraron al tercero. En el inicio se confirmó la peor entrada de todo el ciclo. Claro desequilibrio entre caballos y pelota. No ayudó la tormenta tropical desencadenada por la mañana. Sí estuvo Cospedal, que se relajaba en el 10 como persona -los callejones son institucionales- con su hijo o su hermano pequeño: el desenfadado corte de pelo tenía el mismo aire juvenil que la sonrisa de Vargas Llosa el otro día. Aguantó hasta el segundo.

Las banderillas atléticas que ha sacado López Simón ya mostraron la porosidad de todo lo demás frente a la llovizna constante del fútbol. Hubo años en los que ocurría al revés. Joselito y Belmonte fueron unas cuantas veces a Milán con todo un país tirándose de los pelos detrás. La presencia de los caballistas portugueses Rui Fernandes y Joao Moura traía una leve brisa a Lisboa. Hasta la terraza de Leandro, fan zone del aficionado instalada hasta el 5 de junio en la calle Londres, estaba desierta minutos antes de las 7. Ojalá cuando lean esto sean once y no una. La épica nunca fue tan cursi.

Sergio Galán afrontaba su último compromiso en San Isidro con la séptima puerta grande en la mirilla. La consiguió. El segundo de Cubero fue chico, a lo peor demasiado. Soseó en los primeros momentos, después le faltó ímpetu. No acertó con los rejones de castigo Galán y la primera banderilla fue directa al ruedo. El resto no fue mejor, dejando el lomo del pequeño toro como un mapa de coordenadas. El carrusel de las cortas anticipó el rejonazo. La oreja la pidieron sin mucha fuerza pero se ablandó la autoridad, dura con Rui Fernandes en el primer acto.

Con muchos pies salió el quinto, de Pallarés. Lo paró Galán bajo la bandera con su hierro. El toro respondió con un galope templado. No quiso desgastarlo más. Acertó. El toro empezó a desentenderse y lo aprovechó inteligente Galán pasando por dentro y por fuera. El toro recibió la banderilla echando la cara a la montura. 'Apolo' estuvo cómodo en la cara sacándolo a los medios. Las banderillas a dos manos encendieron al público. Adornó las rosas con el teléfono. El rejón lo fulminó.

Rui Fernandes en la faena a su primero. Emilio Naranjo EFE

El presidente sostuvo la petición de dos para que quedara en una soltando el pañuelo en el último momento. Una por otra. Rui Fernandes, vestido a la federica como su compatriota Moura, esperó a portagayola al primero. 'Canario' evitó los arreones. El toro olía la cola a oleadas. El rejón de castigo, después de una pasada en falso, fue trasero; el segundo cayó bajo. Con las banderillas, ajustó con 'Etcétera', tirando del toro, metido en el tercio. Logró sacarlo a los medios y se gustó con las cortas. Mató a la primera. La gente pidió con fuerza la oreja. El presidente se hizo el duro.

Salió a por todas Fernandes después, esperando en la puerta de toriles. Se lanzó hacia la negrura y el embroque llegó en la primera raya, arriesgando para dejar arriba el primer rejón. 'Estoque' se hundió en el quiebro. 'Azúcar' apuró en los recortes. Precisión en las tres banderillas. Las rosas de Portugal acercaron aún más el trofeo perdido en el arranque. Colocó al toro para recibir el rejón de muerte. La espada cayó como llovida en el número. El toro la acusó y tuvo que bajar a descabellar. Ni siquiera una ovación. 

Moura inauguró el castigo al tercero en toda la yema. No hubo segunda pasada. Calentó su actuación con batidas muy ajustadas en la cara del toro, que soltaba pitonazos: tropezó la grupa de 'Perera' apretando para dentro. En las cortas hubo emoción. No abrochó con los aceros.

Los nubarrones negros acecharon toda la tarde. Descargaron durante toda la faena al sexto. Dispersión total. El inicio fue tropezado con 'Embancado' apretando. No eran las mejores condiciones con el ruedo echado a perder. El galope a dos pistas recorrió la arena con fragilidad sorteando barro y charcos. Templó solvente en las banderillas. En un quiebro resbaló la cabalgadura en la pista de hielo. Se sostuvo. Las cortas fueron con 'Dallas'. Esta vez acertó a la primera en la suerte suprema, pero el rejón se fue muy trasero. Descabelló con los tendidos totalmente vacíos. Galán se fue a hombros en la Puerta Grande más desangelada en años.

BENÍTEZ CUBERO/ Ruis Fernández, Sergio Galán y Joao Moura

Monumental de las Ventas. Sábado, 28 de mayo de 2016. Vigesimotercera de feria. Menos de media entrada. Toros de Benítez Cubero parado el 1º, se dejaron 2º y 4º, buenos 3º y 6º y uno (5º) de Pallarés a menos.

Rui Fernandes, rejonazo casi entero algo atravesado (ovación tras fuerte petición). En el cuarto, rejón en el sótano y dos descabellos (silencio).

Sergio Galán, rejonazo trasero (oreja). Salió a hombros.

Joao Moura, pinchazo trasero y bajonazo. En el sexto, rejón trasero y varios descabellos (silencio).

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