Murcia

Los iPhone volaban por Wallapop. Un comercial de telefonía con la ayuda de un receptador han sido los supuestos cerebros de un macrofraude con 743 móviles de alta gama de por medio, valorados en más de un millón de euros, y que presuntamente han comercializado a través de la citada plataforma de compraventa de productos de segunda mano. La Policía Nacional ha confirmado la detención del citado comercial, un español, de 46 años, P. R. L., y un ciudadano marroquí, M.R.E., de 42 años.

Un portavoz de la Jefatura de Policía de Murcia confirma que el comercial trabajaba en empresas subcontratadas para compañías de telefonía y en esta trama desempeñaba el supuesto papel de encargado de hacerse con los terminales: "Valiéndose de su condición de comercial sacaba móviles de alta gama, en su gran mayoría iPhone, utilizando los datos personales de particulares y empresarios".

De hecho, los afectados nunca llegaban a recibir los terminales porque el comercial lo único que buscaba era sus datos personales: "Falsificaba las firmas para hacer contratos". De forma que los móviles acababan presuntamente en manos del compinche del vendedor. "El ciudadano marroquí ejercía de receptador de los terminales para su puesta a la venta, a través de un conocido portal de internet de compraventa de objetos: Wallapop", según detalla este portavoz de la Jefatura.

La investigación policial arrancó porque los clientes particulares y los empresarios que habían estado en contacto con el comercial, comenzaron a recibir facturas de telefonía a su nombre, por contratos que supuestamente jamás firmaron y por móviles de alta gama que nunca utilizaron. Prueba de ello es que la Jefatura del Cuerpo Nacional ha emitido un comunicado donde asegura que P.R.L. se aprovechaba de su empleo de comercial de telefonía móvil, "para simular contratos de alta" de terminales valorados en más de 1.000 euros.

Este modus operandi les permitía a los dos detenidos darse suculentos caprichos como tener varios vehículos de alta gama, como un Audi Q8, o un reloj de la marca Rolex valorado en 15.000 euros. Todo ello, tras haber dado de alta 1.521 líneas de teléfono a nombre de un total de 44 personas y empresas a las que "usurpaba" su identidad.

En los registros se ha intervenido un Rolex valorado en 15.000 euros.

"La investigación se inició al percatarse una compañía de telefonía de una serie de facturas impagadas por clientes que nunca habían firmado contratos ni adquirido teléfonos móviles", tal y como expone el comunicado de la Jefatura de Policía. "Dichos contratos fraudulentos los realizaba el detenido usurpando la identidad de diferentes personas y empresas aprovechándose de su condición de comercial por medio de una distribuidora de telefonía móvil". 

La investigación de la Policía Nacional se ha desarrollado durante más de nueve meses y se ha constatado la existencia de "numerosas denuncias" en las que los perjudicados explicaban que una compañía telefónica les estaba reclamando una serie de facturas impagadas, "comprobando simultáneamente la existencia de contratos realizados de manera fraudulenta a nombre de diferentes personas y empresas, usurpando sus identidades, falsificando las firmas y demás datos necesarios para la apertura de una línea telefónica".

Tanto el comercial, P. R. L., español de 46 años, como su presunto compinche, un ciudadano marroquí, M.R.E., de 42 años, han sido detenidos por delitos de estafa, falsificación documental, usurpación de estado civil y receptación. Los arrestos se produjeron el 25 de enero, tras practicar cuatro registros en sedes sociales de empresas subcontratadas de telefonía e inmuebles de La Alcayna (Molina de Segura) y en las pedanías murcianas de Alquerías, Espinardo y Sangonera la Verde.

En el comunicado policial se sostiene que el comercial es el "principal investigado por el macro fraude", mientras que el ciudadano marroquí se "dedicaba a vender los teléfonos móviles" a través de Wallapop. Los dos detenidos ya han sido puestos a disposición judicial.