Era prostituta, española, tenía 54 años y nadie la había visto desde junio. Así era la mujer cuyo cadáver fue encontrado el pasado sábado cerca de la Colonia Marconi, en el distrito madrileño de Villaverde. El cuerpo estaba dentro de una funda de colchón. 

Según informa Efe, la mujer era toxicómana y frecuentaba la citada colonia. Sin embargo, ninguna de las prostitutas preguntadas por este diario han echado a ninguna compañera de menos. “Si era de aquí seguro que nos habríamos enterado”, asegura a EL ESPAÑOL una señora que lleva años trabajando en la zona y que prefiere permanecer en el anonimato. La mayoría de las chicas, directamente, desconocían la noticia.

El cadáver corresponde a una mujer española de 54 años cuya desaparición fue denunciada por un familiar hace pocos días y que, según los testimonios recabados por el momento, nadie había visto desde el pasado mes de junio, según han informado a Efe fuentes policiales. Curiosamente, ninguna de las prostitutas consultadas este lunes en la Colonia Marconi era española. “No es lo habitual”, afirma otra chica natural de Italia.

El cadáver fue hallado por otra mujer en torno a las 1.15 horas de este sábado en una escombrera. El cuerpo, en avanzado estado de descomposición, no tenía signos aparentes de violencia, y ahora se está a la espera de ver el resultado de una autopsia para determinar si hay lesiones, detallan fuentes de la investigación. Fue localizada dentro de la funda de un colchón en una escombrera situada a unos minutos andando del citado polígono. El caso está en manos de el Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía.

La escombrera está situada en un descampado junto a la M-45 por el que pasa una carretera y en el que se acumula basura. “Mucha gente tira ahí su basura, sobre todo escombros”, se queja un mecánico de un taller cercano. Hace unos meses, alguien arrojó también el cuerpo sin vida de esta mujer. 

El descampado está bordeado por la calle Laguna Dalga y la M-45. No hay casas cerca, solo empresas que durante la noche permanecen cerradas. “Es el sitio perfecto para deshacerse de un cuerpo”, lamenta una vecina del barrio contiguo.

La Colonia Marconi es un conocido punto de prostitución callejera en el sur de Madrid. Naves industriales y talleres conviven con unas aceras plagadas de preservativos usados. Muchas chicas suplen la falta de ropa de abrigo con pequeñas hogueras junto a las que esperan que aparezcan los clientes. Estos suelen llegar en coche, donde se dan los encuentros sexuales, por norma general.