Un hombre se ha entregado en A Coruña tras asesinar, con un arma de fuego, a su exmujer, su exsuegra y su excuñada. Los hechos han ocurrido a primera hora de esta mañana en la localidad pontevedresa de Valga, según han informado a EFE fuentes del instituto armado. Además, este es el segundo crimen machista que se registra en Valga, un municipio de apenas seis mil habitantes, en 2019. El pasado mes de marzo un hombre mató a su mujer de un tiro con una escopeta de caza y después se suicidó.

Como ha podido saber EL ESPAÑOL, la pareja se había separado hacía poco tiempo. Ella vivía junto a sus padres en este pequeño municipio gallego. Además, tenían dos hijos. El hombre ha cometido el triple crimen, delante de los menores, a los que iba a llevar al colegio, y se ha ido a su casa en A Coruña, desde donde ha llamado a la Guardia Civil para comunicar lo que había hecho. El supuesto asesino fue arrestado en Ames (A Coruña). No había denuncias previas. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación, de la que todavía no han facilitado más detalles.

Valga (Pontevedra), donde se ha producido el triple crimen.

El presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha condenado los hechos a través de su cuenta de Twitter. "No pararemos hasta poner fin al machismo criminal que masacra a las mujeres. Os queremos libres, seguras y vivas", ha apuntado. 

Maria José fue asesinada en marzo por su pareja

María José, la mujer que fue asesinada el pasado mes de marzo, era carnicera y trabajaba en Valga desde hacía años. Quienes la conocen en el pueblo la definen como una mujer fuerte, buena. Se casó joven con Javier Bello Ferreirós, 46 años, y tuvieron dos hijos en común, ambos ya mayores de edad. Al final de esta semana, él le quitó la vida de un disparo en el pecho antes de suicidarse.

La Guardia Civil custodia las inmediaciones de la vivienda donde se cometió el crimen el pasado mes de marzo. EFE

El asesino de Maria José era natural de Carracedo, una pequeña parroquia de Caldas de Reis, localidad situada 10 kilómetros al sur de Valga. Aunque vivía con su mujer desde hacía años en la casa que poseían en el lugar de Setecoros, seguía yendo a su ciudad natal a trabajar. Sus padres habían sido propietarios de un restaurante cercano a la casa en la que vivía la pareja. Él se ganaba la vida como soldador. También trabajó en ayuntamiento de Valga, donde sacó plaza hace años como conductor. Ahora estaba en el paro. 

Noticias relacionadas