La Policía Nacional ha desalojado a una decena de personas de un piso que había okupado en Logroño. La vivienda pertenece a una familia que pasó el fin de semana fuera de casa.

La pareja y el niño de 11 años abandonaron el domicilio el viernes y, al llegar el domingo, se encontraron con que no estaba vacía. Intentaron abrir pero no pudieron. Al oír ruido en el interior, se dieron cuenta de que su hogar había sido ocupado.

Inmediatamente -según cuenta el diario La Rioja- llamaron a la Policía Nacional, que desplazó a una docena de agentes para desalojar el piso. Dentro se encontraron a más de diez personas que habían decidido instalarse allí. Entre sus bienes personales, hasta una caseta de perro.

Al menos seis de ellos fueron detenidos mientras que otros (cantidad aún por determinar) consiguieron huir.

Cuenta el medio riojano que la casa quedó destrozada, con abundante suciedad, con muebles rotos y enseres perdidos. Hasta se han encontrado con pintadas en las paredes.

Al abandonar el piso la Policía, la familia detectó que otro de los okupas se escondía en el bloque a la espera de poder salir sin ser detectado. Le retuvieron hasta que la Policía regresó al escenario y fue detenido, requisándole objetos de una maleta que portaba que pertenecían a la familia.