Miguel es un nombre masculino que procede del hebreo y significa 'Nadie como Dios'. Hoy, personas en España celebran su santo en particular gracias a San Miguel de los Santos.
Miquel Argemir i Mitjà Nació en Vich, un municipio de Barcelona, en septiembre del año 1591. Fue el séptimo de entre ocho hermanos de una familia cristiana. Cuentan sobre él que dormía bajo su cama y que utilizaba una piedra como almohada. A una edad muy temprana, siente la llamada de Dios y decide emprender una vida como ermitaño, refugiándose en el Macizo del Montseny. Con doce años es admitido como monaguillo en los trinitarios calzados de Barcelona, provocando la sorpresa entre los religiosos debido a su fervor y devoción hacia el sacramento de la Eucaristía.
Su maestro de novicios, ya en el convento de San Lamberto, llegó a afirmar sobre él cuando tenía quince años que "Fr. Miguel era de una humildad profundísima, tenía una especial diligencia para hacer los servicios más modestos y para prestar la ayuda en lo más pequeño".
Más tarde recibió el hábito descalzo, emitiendo los votos y tomando el nombre de Miguel de los Santos. Durante su estancia en Salamanca cursando Teología, se cuenta que obró un milagro. Ante la presencia del maestro Antolínez, Miguel dio un grito y se elevó a una altura de un metro sobre el suelo, con los brazos en cruz y la mirada perdida. Las conversiones que consiguió durante sus predicaciones le valieron para ser ordenado sacerdote. Preparaba sus sermones pasando tres días en oración a los pies de un crucificado. Con frecuencia y mientras celebraba el acto litúrgico, el milagro de Salamanca volvía a repetirse ante la mirada de su público. Por ello se ganó el apodo de El extático. El santo reflejó sus experiencias místicas en su obra La tranquilidad del alma.
Este y otros santos son celebrados durante el 10 de abril:
- San Macario de Gante
- Santa Magdalena de Canossa
- San Ezequiel
- San Paladio de Auxerre
- San Apolonio de Alejandría
- San Beda el Joven
- San Fulberto