Agustín es un nombre masculino de origen latino. Su significado es 'el venerado' y hoy 61.253 hombres celebran su santo en España gracias a San Agustín de Canterbury.

Fue monje benedictino en el monasterio de San Andrés de Roma hasta que su vida dio un vuelco. Nació alrededor del año 534, probablemente en Roma

Lo eligió el Papa Gregorio I, junto con cuarenta monjes, para evangelizar Inglaterra en el año 597.

Hasta entonces, el cristianismo casi no tenía relevancia en las islas británicas y corría el riesgo de desaparecer, ya que las invasiones de los anglos y las luchas internas habían sumido a la región en el paganismo.

Los monjes que le acompañaban sintieron temor por la posible violencia con la que les responderían en su llegada al país debido a las historias bárbaras que se contaban en Europa.

Pero Agustín estaba empeñado en la labor que le encomendaron y prosiguió en su actividad.

Al llegar a las costas de Kent, en el sudeste de Inglaterra, mandó a varios intérpretes a la corte para anunciar ante el rey la llegada de su salvación, enviada por la Iglesia de Roma.

Sin prometerles nada, ya que él también era pagano, el rey Ethelberto de Kent se mostró dispuesto a escucharles.

Pese a ello, el discurso de Agustín logró convencer al monarca. Ethelberto le ordenó que lo bautizase y animó a todos sus súbditos a que hiciesen lo mismo si esa era su voluntad.

Con una conversión masiva, el rey les autorizó para construir nuevas iglesias y reparar las que ya estaban en desuso. Por ello, los monjes de acabaron estableciéndose de manera oficial en la Abadía de Canterbury. 

El Papa concedió a Agustín entonces la jurisdicción suprema sobre todos los asuntos relacionados con la fe en Inglaterra. También envió una carta al rey para que siguiese los consejos de Agustín, a quien apoyó en la construcción de la iglesia que más tarde sería la Catedral de Canterbury.

San Agustín es considerado por muchos como Apóstol de Inglaterra por convertir a Inglaterra al catolicismo, y estos mismos le otorgan derecho a ser colocado en la historia de la evangelización junto con San Patricio de Irlanda o San Bonifacio de Alemania.

Este y otros santos son celebrados durante el 27 de mayo:

San Gausberto

San Gonzaga Gonza

San Julio de Dorostoro

San Ranulfo de Arras

San Restituto mártir

San Atanasio Bazzekuketta

San Bruno de Wurzburgo

San Eutropio de Orange