Rosario es un nombre femenino de origen latino, cuyo significado es 'guirnalda de rosas'. Hoy, en España, 121.533 mujeres celebran su santo gracias a Nuestra Señora del Rosario.

Según la leyenda, pues no hay base histórica fehaciente, a Domingo de Guzmán, la Virgen María se le apareció en 1208 en una capilla del monasterio de Prouilhe (Francia) con un rosario en las manos, que le enseñó a rezarlo y le dijo que lo predicara entre los hombres. Además, le ofreció diferentes promesas referidas al rosario. El santo se lo enseñó a los soldados liderados por su amigo Simón IV de Montfort antes de la Batalla de Muret, cuya victoria se atribuyó a la Virgen María. Por ello, Montfort erigió la primera capilla dedicada a esta advocación.1

En el siglo XV, la devoción al rosario había decaído. Alano de Rupe declaró que la Virgen se le apareció y le pidió que la reviviera, que recogiera en un libro todos los milagros llevados a cabo por el rosario; le recordó además las promesas que siglos atrás había dado a Santo Domingo.

En el siglo XVI, San Pío V instauró su fecha el 7 de octubre, aniversario de la victoria en la Batalla de Lepanto, donde las fuerzas cristianas derrotaron a los turcos que invadía Europa (atribuida a la Virgen), denominándola Nuestra Señora de las Victorias; además, agregó a la letanía de la Virgen el título de Auxilio de los Cristianos. Su sucesor, Gregorio XIII, cambió el nombre de su festividad a el de Nuestra Señora del Rosario.

A causa de la victoria en la batalla de Temesvar en 1716, atribuida por Clemente XI a la imagen, el papa ordenó que su fiesta se celebrase por la Iglesia universal. León XIII, cuya devoción por esta advocación hizo que fuera apodado el Papa del Rosario, escribió unas encíclicas referentes al rosario, consagró el mes de octubre al rosario e incluyó el título de Reina de Santísimo Rosario en la letanía de la Virgen.

La Virgen del Rosario perdió el patronazgo de El Salvador y la provincia eclesiástica salvadoreña frente a la Virgen de la Paz, la cual goza de gran devoción en la ciudad de San Miguel, ciudad de gran importancia en El Salvador después de la capital, y, en general, en toda la región oriental salvadoreña.

Hoy por hoy, la Virgen del Rosario cuenta con el patronazgo de la Arquidiócesis de San Salvador, como se dijo antes, y un patronazgo compartido con el Santísimo Salvador del Mundo en la ciudad capital, y aunque su culto resulta menor que el rendido por la feligresía sansalvadoreña respecto al Divino Salvador, no por eso puede afirmarse que la devoción capitalina a Nuestra Señora del Rosario sea despreciable.

Este y otros santos son celebrados durante el 7 de octubre:

San Augusto de Bourges

San Baco de Betsaloe

Santa Justina de Padua

San Marcelo de Capua

San Marcos papa

San Paladio de Saintes

San Sergio de Betsaloe

Beato José Llosá Balaguer

Beato Juan Hunot

Beato Martín el Cid