Las claves
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En los últimos años, el cuarto de baño ha dejado de ser un espacio meramente funcional para convertirse en un lugar donde también se busca confort y diseño.
La tendencia apunta a que, incluso en viviendas pequeñas, los usuarios reclaman soluciones prácticas que no renuncien a la estética.
En este contexto, marcas como Ikea han sabido posicionarse ofreciendo productos que combinan practicidad, precios competitivos y un diseño que conecta con las nuevas demandas de los consumidores.
Armario de lavabo. Ref. 205.972.92
Precisamente, el nuevo armario de baño IVÖSJÖN, de Ikea, irrumpe en el catálogo de la compañía sueca como una propuesta que presenta funcionalidad y un guiño estético poco habitual en este tipo de mobiliario.
Con un coste de apenas 19 euros, el mueble bajo lavabo busca conquistar a los hogares con espacios reducidos y presupuestos ajustados, sin renunciar al diseño.
Se trata de una pieza compacta, 50 centímetros de ancho, 33 de fondo y 57 de alto, que apuesta por puertas correderas, una solución que evita el clásico problema de las hojas abatibles en baños pequeños.
Además, incorpora un espacio abierto para objetos de uso cotidiano y otro cerrado que ayuda a mantener el orden visual, una de las demandas más habituales en estancias de dimensiones limitadas.
Asimismo, otro de sus rasgos distintivos es el color: un verde suave que rompe con la hegemonía del blanco en el mobiliario de baño.
Con este acabado, Ikea parece apostar por dar personalidad a un rincón de la casa que muchas veces queda relegado a lo puramente práctico.
En el terreno de los materiales, el armario está fabricado con plásticos reciclados, ABS y polipropileno, lo que refuerza el compromiso de la firma con la sostenibilidad.
Sin embargo, al tratarse de un mueble apoyado directamente en el suelo, habrá que comprobar cómo responde a la humedad y al paso del tiempo en un entorno tan exigente como el baño.
