El atún en lata es uno de los alimentos más prácticos y consumidos en los hogares españoles. Rico en proteínas, vitaminas y ácidos grasos Omega-3, se ha convertido en un básico indispensable que permite preparar comidas rápidas, sanas y nutritivas en cualquier momento.
Además de ser un gran aliado en la cocina, el atún en conserva destaca por su alto contenido en proteínas de calidad, fundamentales para la reparación y el desarrollo muscular. Aun así, los expertos advierten sobre la importancia de no abusar de su consumo por tratarse de un alimento procesado.
Con el fin de orientar a los consumidores, la OCU ha analizado más de 30 marcas de atún en lata vendidas en supermercados de toda España. El estudio revela diferencias significativas entre unas y otras, lo que permite identificar cuáles conviene evitar si se busca una alimentación de calidad.
En las pruebas de laboratorio, la OCU comprobó que todas las latas incluían atún claro y los aceites indicados en el etiquetado, ya fuera de girasol u oliva. No detectaron restos extraños ni signos de oxidación, lo que garantiza una seguridad mínima en todos los productos analizados.
A pesar de ello, no todas las marcas obtuvieron buena puntuación. La OCU elaboró un ranking con las mejores y peores opciones, teniendo en cuenta la calidad del pescado, el tipo de aceite usado y otros factores nutricionales clave que afectan directamente a la salud del consumidor.
Las peores marcas de atún
La OCU ha confirmado que, en general, el atún en lata que se comercializa en España es de buena calidad. No se han encontrado niveles preocupantes de mercurio ni de histamina, lo que garantiza la seguridad del producto desde el punto de vista sanitario.
Aun así, el informe advierte sobre el contenido de sal en muchas de las marcas analizadas. Según la AESAN, un producto supera el límite recomendado si contiene más del 1,25% de sal. La media encontrada ha sido del 1,04%, algo a vigilar en personas con hipertensión.
Entre las marcas peor valoradas por la OCU se encuentra Conservas Ortiz (aceite de oliva virgen extra Eco), con 64 puntos. Aunque su sabor no presenta fallos, tiene un contenido de sal elevado y errores en el etiquetado, aspectos clave para su baja puntuación.
También destaca negativamente el atún en aceite de girasol de Carrefour (pack vertical), que ha recibido una puntuación baja por su mala degustación y algunas deficiencias en su composición. Aunque su precio es competitivo, la calidad no está a la altura.
Otra marca que la OCU desaconseja es Cabo de Peñas (Aceite ECO), con 67 puntos. A pesar de tener un alto contenido de atún, el exceso de sal y su precio elevado en relación con la calidad ofrecida han sido factores determinantes en su evaluación negativa.
Claves para elegir una lata de atún
El atún en lata es uno de los productos más habituales en las despensas españolas, tanto por su sabor como por su versatilidad en recetas. A la hora de elegir uno, conviene tener en cuenta los distintos formatos y calidades disponibles: al natural, en escabeche o conservado en aceite.
El aceite de oliva, especialmente si es virgen extra, aporta jugosidad al atún y ayuda a preservar mejor su sabor y textura. Por su parte, el atún al natural contiene solo el pescado y agua, siendo ideal para quienes buscan una opción más ligera o con menos grasas añadidas.
Es fundamental revisar la etiqueta nutricional y comprobar la cantidad de sal. Si se padece hipertensión o se sigue una dieta baja en sodio, lo recomendable es que no supere los 0,80 g por cada 100 gramos. A partir de 1 g ya se considera un contenido elevado.
Otro punto importante es el tipo de atún que se utiliza. Aunque muchas marcas indiquen "bonito del norte" o "atún claro", en realidad pueden estar empleando diferentes especies. La ley no obliga a especificar si es rabil, listado u otra variedad, lo que puede generar cierta confusión.
También es clave fijarse en el peso escurrido del producto, que debe estar especificado junto al peso total. En atunes al natural, el peso escurrido debe ser al menos el 70% del total, y en los que están en aceite o escabeche, un mínimo del 65%. Esto ayuda a valorar realmente cuánto producto estás comprando.