Publicada

Los expertos recomiendan consumir una parte del pollo concreta para todos aquellos que quieren cuidar más su salud, al mismo tiempo que buscan disfrutar de una preparación más jugosa y rica en proteínas. No se trata de las alitas ni de la pechuga, sino de otra parte menos popular, pero que puede marcar la diferencia, por lo que lo deberías darle una oportunidad en tus platos.

Aunque siempre es buena idea pedir la recomendación del carnicero de confianza para encontrar los mejores cortes en función del uso que se le vaya a dar, es imprescindible comprar producto de una alta calidad, ya que será lo que marcará la diferencia. Es habitual que se opte por comprar pechugas o alitas de pollo, tanto por su sabor como por su precio, pues son más económicos que otras alternativas, pero hay otra parte que deberías conocer.

Las alitas de pollo son muy populares, sobre todo si tenemos en cuenta que es económica y que ofrece muchas posibilidades en la cocina, siendo un básico de muchos hogares y al que recurrir en cualquier momento. Las pechugas también lo son, pues ya sean rebozadas, a la plancha o en salsa de tomate, ofrecen infinidad de posibilidades.

A pesar de todo, un carnicero experto recalca que la parte del pollo que deberías comprar, por ser más jugosa y rica en proteínas, es el contramuslo, que además no tiene apenas grasa ni colesterol. Se trata de una de las mejores opciones que se pueden encontrar en la carnicería.

¿Por qué elegir el contramuslo de pollo?

El contramuslo de pollo es una carne que cuenta con un alto contenido en proteínas, siendo una excelente fuente de ellas y contribuyendo de esta manera al desarrollo y el crecimiento de los músculos. Además, se convierte en un gran aliado de quienes están a dieta y practican ejercicio físico, puesto que además de ayudarles a adelgazar, también favorecerá el incremento de la masa muscular.

Hay que recordar que se trata de una carne con muy bajo contenido en grasa, y la que tiene, se encuentra principalmente en la piel, por lo que para evitar su consumo será suficiente con retirarla. Tanto la pechuga como los muslos son las partes que menos cantidad de grasa tienen. Asimismo, la carne de pollo contiene menos grasas saturadas que la carne roja, motivo por el que es muy habitual en las dietas de adelgazamiento.

Entre los beneficios destacados de la carne de pollo también hay que destacar su fácil digestión, puesto que al contener menos taurinas que otras carnes, requiere de un menor trabajo del sistema digestivo, motivo por el que se trata de uno de los alimentos que más se recomiendan cuando existe algún tipo de afección gástrica.

A todo lo anterior hay que sumar que estas carnes son una buena fuente de vitaminas y minerales como potasio, calcio, fósforo, zinc, magnesio, selenio y hierro, además de tener un bajo contenido en sodio, siendo así indicada para quienes padecen de hipertensión. Entre sus vitaminas, destacan especialmente las del grupo B.

Cómo cocinar los contramuslos de pollo

Los contramuslos de pollo son una de las piezas de carne más valoradas entre los expertos, ya que son especialmente apreciados por su jugosidad y por su aporte nutricional. Ya sean frescos o congelados, son muy versátiles y ofrecen un gran sabor al mismo tiempo que otros muchos beneficios para la salud, por lo que es recomendable su consumo como parte de una dieta saludable y equilibrada.

Los contramuslos son un corte que se encuentra unido al muslo en la parte inferior y con una forma cuadrada. Se caracteriza por su sabor, además de por tener una textura más tierna y jugosa. Junto al muslo, forma el cuarto trasero del pollo, mientras que los delanteros están formados por las pechugas y alitas, que son dos de los cortes más populares.

A la hora de cocinar los contramuslos podemos recurrir a múltiples métodos diferentes, ya sea asados, a la parrilla, estofados, al horno, a la plancha, guisados…, e incluso son una excelente alternativa para elaboraciones con pollo desmenuzado, como quesadillas, tacos, bocadillos o sándwiches, entre otros.

Asimismo, hay que tener en cuenta que los contramuslos se pueden preparar enteros, pero también sin piel ni huesos, en función de la elaboración para la que se vayan a utilizar, pero en cualquier caso es imprescindible cocinarlos muy bien para que no queden crudos. Algunas recetas interesantes para preparar con este corte son:

  • Contramuslos de pollo con arroz y garbanzos a la cúrcuma: el pollo y el arroz son una combinación que siempre funciona bien, pero si además se les añaden unos garbanzos y se aromatiza con cúrcuma y limón, se consiguen unos toques dulces, picantes y amargos que lo convierte en una receta deliciosa.
  • Contramuslos de pollo con patatas al curry: es una mezcla perfecta para los amantes de esta mezcla de especias, con la que se pueden cocinar los contramuslos, que acompañados de patatas, ajos, cebolla y cerveza hacen que sea una elaboración a la que es difícil resistirse.
  • Contramuslos de pollo asados con pomelo al romero: el pollo encaja perfectamente con los cítricos, y por este motivo, además de prepararlos con naranja o limón, se puede elaborar con pomelo, un plato al que se añade cerveza y romero para conseguir un plato excepcional.
  • Contramuslos de pollo al limón: este plato se prepara utilizando distintas partes del pollo y de múltiples maneras, pudiendo marinarlo previamente para terminarlo al horno y optar por la guarnición que cada uno prefiera.