Las claves
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Con el año 2025 en su recta final, el Gobierno ha aprobado la nueva revalorización de las pensiones, con la que se beneficiarán millones de jubilados a partir del próximo año.
En ese sentido, las pensiones contributivas incrementarán un 2,7% mientras que la pensión mínima sin cargas familiares subirá un 7%. Por otro lado, las pensiones mínimas con cargas familiares, las no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital (IMV) tendrán una subida del 11,4%.
De este modo, estas nuevas cuantías entrarán en vigor el próximo 1 de enero de 2026, aunque se cobrarán a finales de mes o principios de febrero. Por ello, conviene conocer qué cifras se pueden esperar en estas nuevas nóminas.
¿Cuánto voy a cobrar con una pensión contributiva, mínima y máxima?
La pensión contributiva es aquella que paga la Seguridad Social en España a quienes han cotizado lo suficiente durante su vida laboral. Se calcula a partir de la base reguladora, que se obtiene de las cotizaciones del trabajador durante un período determinado.
Con el incremento del 2,7%, la cuantía dependerá de la nómina que ya se recibiese en 2025, en función de los años trabajados y sus bases de cotización. Así, un jubilado que cobraba 1.511,51 € al mes cobrará 1.552,32 € en 2026.
Si la cantidad resultante es muy baja, la Seguridad Social asegura un mínimo garantizado: la pensión mínima contributiva, que distingue entre quienes tienen cónyuge a cargo y quienes no.
Si no tiene cónyuge a cargo, la pensión mínima es menor, porque se considera el gasto de manutención. Mientras que en caso opuesto, la cuantía es superior para cubrir las necesidades del cónyuge.
De cara al 2026, las pensiones mínimas sin cónyuge a cargo subirán un 7%, pasando a 13.106,8 € al año, lo que equivale a unos 936 € al mes en 14 pagas.
Por su parte, las pensiones mínimas con cónyuge a cargo se incrementarán un 11,4%, hasta alcanzar 17.592,40 € al año, lo que supone aproximadamente 1.257 € al mes en 14 pagas.
En el caso de la pensión máxima contributiva, esta representa el tope que puede recibir un pensionista del sistema público, independientemente de cuánto haya cotizado. No importa que la base reguladora sea muy alta: la pensión nunca superará este límite.
A partir del próximo año, la pensión máxima rondará los 3.355 € al mes en 14 pagas, es decir, unos 46.973 € anuales.
¿Y las pensiones no contributivas?
La pensión no contributiva es una prestación económica que paga la Seguridad Social a personas que no han cotizado lo suficiente para tener derecho a una pensión contributiva.
Su objetivo es garantizar un ingreso mínimo a quienes carecen de recursos económicos suficientes por razones de edad, incapacidad u otras circunstancias.
En 2025, la cuantía ha sido de 7.905,80 € al año, lo que equivale a 564,70 € al mes en 14 pagas. Con la subida del 11,4% anunciada por el Gobierno, la cifra llegará a unos 8.800 €, 629 € al mes en 14 pagas aproximadamente.
Además de la pensión no contributiva, el Ingreso Mínimo Vital (IMV) también se ha visto afectado por el incremento del 11,4%. Esta prestación económica la paga el Estado español a las personas y familias que no tienen ingresos suficientes.
Su objetivo principal es garantizar un nivel mínimo de ingresos, luchando contra la pobreza y la exclusión social. De cara al 2026, el IMV llegará a los 731 € mensuales para una persona sola.
No obstante, la cuantía se calcula en función del ingreso familiar, el número de miembros de la unidad familiar y la diferencia entre los ingresos existentes y el umbral mínimo garantizado. Por ello, lo que se reciba varía según la persona que la cobre.
