Las claves
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Cuando los niños de San Ildefonso canten un número seguido de “cuatro millones de euros”, el Gordo de la Lotería de Navidad hará felices a muchas personas. Sonrisas que pueden convertirse en llanto si no se utiliza ese dinero ‘caído del cielo’ de la manera adecuada y acaba yéndose igual que vino.
“Lo más peligroso no es Hacienda ni el banco, sino las decisiones en caliente, apuntan desde HelpMyCash. Y añaden que antes de hipotecas, fondos o planes grandilocuentes, el movimiento más inteligente suele ser el menos vistoso: ganar tiempo.
“Lo pones en una cuenta remunerada y te tomas tiempo para pensarlo”, afirma Andrea Morales, experta en finanzas del comparador financiero. ¿Por qué? Porque como entra, se puede ir.
“Dinero trabajando”
A pesar de dejar ahí el dinero, no está ‘muerto’, sino ‘trabajando’. Porque, mientras se decide qué hacer, es mejor que esté en productos líquidos que paguen algo (como cuentas remuneradas o depósitos a plazo fijo y a corto plazo) y no en una cuenta al 0%.
Desde HelpMyCash, además, añaden otra precaución: no concentrarlo todo en una sola entidad. Conviene recordar que el Fondo de Garantía de Depósitos cubre hasta 100.000 euros por titular y banco, así que diversificar bancos puede ser una medida de seguridad mientras se arma un plan.
Pagar la hipoteca suele ser el primer impulso. Pero no siempre es la jugada más inteligente. “Muchas veces, la gente ni se pregunta si conviene pagar la hipoteca, porque quieren esa sensación de decir ‘tengo una casa sin hipoteca, no tengo deuda y tengo menos presión’”, sostiene Olivia Feldman, cofundadora de HelpMyCash.
Y añade una idea importante: esa decisión puede ser perfectamente válida si lo que compras es tranquilidad. "Es válido también sobre todo si no sabes mucho de finanzas", añade.
Es decir, que si cancelar la hipoteca reduce la ansiedad y, sobre todo, reduce el riesgo de meter la pata con el premio, esa paz mental tiene un valor real.
“Hay personas que tienen una hipoteca con un tipo de interés de menos del 1%, o del 1,5%, o de menos del 2%, y esas, en teoría, no deberías devolverlas”, matiza Feldman.
¿Por qué? Por la inflación. Porque si los precios suben más que tu tipo de interés, el peso real de esa cuota se va encogiendo con el tiempo. “Como la inflación es más elevada que ese tipo de interés, ese pago de hipoteca representa menos y menos dinero cuando pasa el tiempo”, explica la cofundadora.
