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Las claves

Marc no buscaba hacerse rico de la noche a la mañana. Venía de una etapa complicada y necesitaba un negocio que no le absorbiera ni tiempo ni energía.

Así fue como decidió apostar por una lavandería autoservicio en un pueblo de Castellón, un modelo que aunque visto desde fuera parece algo sencillo, la realidad es que tiene muchos números detrás.

La idea surgió al ver que en su pueblo no había ninguna lavandería y que la gente tenía que desplazarse a localidades cercanas. Así que tras hacer un pequeño estudio de mercado, junto a su madre y su hermano, Marc puso en marcha el proyecto.

Según detalla en el canal de YouTube de Enric Ponce, la inversión inicial no fue baja. Marc invirtió unos 60.000 euros en máquinas, más cerca de 20.000 euros en reformas e instalación de gas.

Aun así, lo tuvo claro desde el principio. Y es que este joven emprendedor buscaba algo que funcionara casi solo y que pudiera compatibilizar con otros proyectos.

Tal y como detalla el empresario, el día a día del negocio es bastante simple. La lavandería abre todos los días del año y Marc se encarga de revisar que todo funcione bien, limpiar el local y recaudar el dinero.

Según cuenta en el vídeo, invierte "media horita cada día más o menos", el tiempo suficiente para mantenerlo todo en orden.

No tiene empleados y apenas gestiones administrativas, tan solo controla gastos y "pido jabón cada tres meses".

Sin embargo, los ingresos varían mucho según la época del año. En invierno la actividad sube bastante, sobre todo por el uso de las secadoras, mientras que en verano los números se ajustan mucho más.

De hecho, reconoce que hubo meses complicados en los que estuvo cerca de perder dinero, aunque ahora la situación es más estable. Aun así, insiste en que no es un negocio principal "sino como un negocio aparte con el que ganas algo".

Su facturación al mes oscila entre "los 1.900-2.000 euros que hacemos en verano, hasta el mes que más, que son unos 4.000. Luego el resto de meses, 3.000, 3.500 pero lo que pasa es que también hay bastantes gastos, entonces el margen depende mucho de los costes", relata.

Los gastos fijos como alquiler, suministros, gas, detergente o mantenimiento, pesan bastante, y eso reduce el margen real.

Aun así, Marc valora la tranquilidad que le da este modelo y su durabilidad. Y es que "las lavadoras duran bastante, unos 15 a 20 años", lo que le permite pensar a largo plazo.