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Las claves

Con solo 16 años, Ismael es un joven estudiante como cualquier otro. Cursa segundo de Bachillerato y su vida tan solo acaba de empezar.

Sin embargo, aunque ni siquiera ha cumplido la mayoría de edad, este joven vasco puede presumir de ser CEO de un proyecto pionero con el que ya trabajan grandes neurólogos de nuestro país.

Y es que con tan solo 12 años, su vida dio un giro radical cuando en plena pandemia fue diagnosticado de Covid Persistente, una patología tan nueva para todos que ni la OMS la contemplaba.

"Pasé de ser un niño que le gustaba hacer cosas, a vivir en un cuerpo que no me respondía", comienza explicando a EL ESPAÑOL.

De pronto, tareas tan simples como estudiar o seguir una conversación entre amigos se volvieron un reto inexplicable para él. Sin embargo, en medio de ese cambio tan brusco apareció la tecnología.

"A través de videojuegos y herramientas digitales descubrí que mi memoria visual empezaba a fortalecerse", confirmado por su neurólogo, Ismael se dio cuenta de que "lo que había perdido por un lado se estaba reconstruyendo por otro".

Esa experiencia personal fue el punto de partida de SAMIRA DTx, una empresa dedicada al desarrollo de terapias digitales que ha decidido fundar a sus 16 años de edad.

Un proyecto pionero en el sector. Cedida

El proyecto comenzó a desarrollarse oficialmente en febrero de 2025, cuando compartió su idea con el Dr. Carlos Escobar, quien supo ver el valor clínico detrás de su visión.

Así, con "una inversión inicial de 3.000 euros por cada uno de los tres socios" que han creado el proyecto —dinero que en su caso reunió con ayuda de su familia— comenzó un camino poco habitual para jóvenes de su edad.

No obstante, mientras saca adelante SAMIRA DTx, Ismael sigue estudiando. "Ahora mismo estoy en 2º de Bachillerato y compagino las clases con la gestión de la empresa", explica.

Sin embargo, tal y como nos revela, vivir con Covid Persistente le obliga a aprovechar al máximo cada momento del día. "Tengo que organizarlo todo al detalle: a qué hora estudio, cuándo descanso, cuándo trabajo y cuándo simplemente necesito parar", detalla.

El joven demuestra que con esfuerzo todo se consigue. Cedida

Pues ser CEO con 16 años no es lo que más le pesa. Y es que "más que la edad, mi mayor reto ha sido aprender a gestionar mi propia salud mientras lidero un proyecto tan exigente", confiesa.

Su entorno, sin embargo, ha estado siempre a su lado. "Mi familia siempre ha sido mi refugio” y sus amigos, aunque todavía sorprendidos, no le sueltan la mano.

"Les cuesta creer que entre clase y clase esté hablando con médicos, reguladores o inversores. A veces me miran como diciendo: '¿De verdad estás en esto?'", confiesa feliz.

Con poco menos de un año de vida, SAMIRA DTx ya trabaja junto a hospitales, universidades y asociaciones de pacientes para desarrollar terapias digitales con evidencia científica.

Pero, para Ismael, lo más importante es el impacto que tiene en el día a día.

"Transformamos una experiencia personal de dolor y adaptación en un proyecto con un propósito claro, creando terapias digitales con evidencia científica que puedan cambiar la vida de otros pacientes como yo", detalla.

Mirando atrás, confiesa que "no me arrepiento para nada" y tiene claro qué diría a otros jóvenes que quieran emprender.

"La experiencia es más valiosa de lo que imaginas… Y si algo te mueve de verdad, empieza ahora", concluye.