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Las claves

A lo largo del planeta existen muchos destinos que pueden ser ideales para iniciar una nueva vida, sobre todo en aquellos en los que se ofrecen unas condiciones laborales que son más beneficiosas que en España.

En esta ocasión hay que destacar la propuesta de la que habla el creador de contenido Ale Lupidi (@alelupidi), que hace referencia a un pueblo de Suiza en el que se buscan vecinos, estando dispuestos a pagar 73.000 euros para quienes se muden a él.

Se trata de Albinen, un pueblo situado al sur del país que no quiere quedarse sin habitantes y que está ofreciendo 25.000 euros a cada adulto menor de 25 años con el objetivo de ampliar su población. Por si esto fuera poco, se ofrecen 10.000 euros extras por cada hijo menor de 18 años.

No obstante, hay que tener claro que existen una serie de requisitos para poder acceder a esta ayuda. Más allá de tener menos de 45 años, es necesario comprometerse a vivir al menos 10 años en este pueblo, así como comprar o construir una vivienda de al menos 200.000 francos suizos (unos 216.000 euros).

Además, habrá que tener nacionalidad suiza o pasaporte europeo con permiso de residencia válido (B o C). Se convierte de esta manera en una gran oportunidad para quienes cumplan con los requisitos y no les importe emprender una nueva vida en este bonito pueblo de los Alpes suizos.

El encanto de Albinen

Lo primero que se debe conocer con respecto a Albinen es que nos encontramos ante una aldea montañosa situada en el Valle del Ródano, a una altitud de 1.300 metros sobre el nivel del mar, situada a menos de dos horas de Berna, capital de Suiza, y a tres horas de Ginebra.

Los habitantes locales aseguran que es un lugar en el que el sol brilla con frecuencia, lo que sumado a sus verdes prados y campos, lo convierte en un paraje idóneo. El aire es puro y existe una tranquilidad que es perfecta para todos aquellos que quieren alejarse del estrés y el bullicio de las grandes ciudades.

A pesar de su encanto especial, en Albinen escasean personas, sobre todo de vecinos. Es por este motivo por el que, en el año 2017, cuando se lanzó la campaña para atraer nuevos residentes, solo quedaban 250 habitantes, provocando que incluso la escuela tuviese que cerrar sus puertas por falta de estudiantes.

Para incentivar la llegada de nuevos residentes, el Ayuntamiento puso en marcha esta iniciativa enfocada a revitalizar la comunidad y que más personas decidan acudir a residir a este pueblo suizo.

En función de la composición familiar y la vivienda seleccionada, una familia puede llegar a los 73.000 euros en total. No obstante, no todo es el aspecto económico, ya que Albinen, como decimos, ofrece un entorno natural excepcional.

Durante la primavera y el verano se pueden realizar todo tipo de actividades al aire libre, como bicicleta y senderismo por las rutas del Valais de los Alpes, mientras que, en otoño e invierno, las actividades más destacadas incluyen snowboard, esquí o caminatas por paisajes nevados.

De esta forma, Albinen no solo ofrece la posibilidad de disfrutar de una oportunidad económica interesante, sino también el poder disfrutar de una nueva experiencia de vida en un paraje encantador.

Pueblos europeos que pagan por vivir

La tendencia a abandonar los pueblos para poner rumbo a las ciudades no solo se da en España, sino que hay otros muchos en diferentes rincones del continente en los que se han puesto en práctica iniciativas similares a la de Albinen.

De esta manera, tratan de atraer a nuevos vecinos que estén dispuestos a iniciar una nueva vida en ellos y así combatir la falta de residentes y el envejecimiento de la población. En cada caso ofrecen una compensación económica y existen sus propios requisitos.

Entre ellos se encuentran Presicce-Acquarica y Santo Stefano di Sessanio, ofreciendo el primero hasta 30.000 euros por mudarse a la localidad, que se suman a los 1.000 euros que se podrán obtener por cada niño que nazca allí, con el fin de recuperar la demografía y el patrimonio.

Por su parte, en Santo Stefano di Sessanio ofrece ayudas de hasta 44.000 euros a residentes de entre 18 y 40 años para que abran un negocio, en este caso con el compromiso de permanecer en el pueblo durante 5 años.

Otra opción es Anticitera, una isla de Grecia que se convierte en un gran paraíso, ideal para vivir, donde se ofrece un terreno, una casa y 600 euros al mes por familia durante los primeros tres años de residencia en la isla.

En España también contamos con varios ejemplos de pueblos que han lanzado a lo largo de los últimos años programas enfocados a combatir la pérdida de población, como es el caso de Ponga (Asturias), donde se ofrecen recompensas por cada hijo nacido o adoptado en el domicilio, deducciones en el IBI o un alquiler social a bajo coste.

Una situación similar se da en Rubiá (Galicia), en la provincia de Ourense, donde se ha puesto en marcha un programa de alquiler social con viviendas a precios muy asequibles (desde 50 euros al mes), un plan de empleo rural y otras ayudas y subvenciones.

Igualmente, hay otros pueblos, como Griegos (Teruel), Xesta (Galicia) o Jubrique (Málaga), donde están en marcha distintas iniciativas con las que hacer frente a la despoblación que sufren desde hace años.