Las claves
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Alcanzar la jubilación está asociado con dejar de trabajar y descansar. Sin embargo, si llegas a esta edad con una pensión baja y sin un piso en propiedad, te enfrentas a la subida imparable de los precios del alquiler.
Según el portal inmobiliario Idealista, estos han subido un 21,8% en los últimos dos años. Así, Juan, un jubilado de 82 años que cobra una pensión de 800 euros al mes, está luchando por encontrar un nuevo lugar para vivir desde que desahuciaran a su casero en Córdoba.
"Yo no debo nada y de buenas a primeras me avisan de que me ponen una fecha límite para abandonar mi hogar. Te echan a la calle como a un perro", dice indignado en una entrevista realizada por el Programa de Ana Rosa.
Embargo por impagos
Juan relata que embargaron al propietario del piso por impagos sin que él lo supiese, por lo que ha tenido que desalojar el inmueble e iniciar una búsqueda imposible de un piso, teniendo en cuenta además que la media de los alquileres en la ciudad andaluza ronda los 700 euros.
"Es imposible. Yo llevo dos meses buscando una inmobiliaria y no hay ni una vivienda de alquiler. Además, me pedían dos avales para poder entrar en ella por 750 euros", explica el pensionista.
Desde su punto de vista, la justicia debería castigar solamente al deudor porque él ha pagado "religiosamente" su renta. Sin embargo, al ser el inquilino, depende de la responsabilidad con los pagos del propietario. A lo que responde con contundencia: "No comprendo la justicia y no la comprenderé, yo no tengo culpa del embargo, no tengo por qué estar en la calle".
El afectado se muestra muy preocupado y con lágrimas en sus ojos por la impotencia de no poder encontrar una casa para vivir a su edad. "Te ves indefenso, no puedes comer, no puedes dormir... Te echan a la calle como a un perro", afirma Juan.
La alternativa podría ser compartir piso con otras personas mayores, una práctica creciente entre las generaciones más longevas y, por otra parte, es la única opción que tienen los jóvenes para emanciparse de la casa de sus padres a tenor de los precios de la vivienda.
En España hay 6,3 millones de jubilados, cifra que va a ir aumentando por la próxima retirada de la generación del baby boom y por el envejecimiento de la población. No obstante, no está garantizado, según el déficit del sistema, que todos ellos dispongan de una remuneración suficiente.
