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Las claves

Se puede decir que Abril Cols fue una de las primeras creadoras de contenido en España. La catalana comenzó en ASK FM, una red social de preguntas y respuestas anónimas, y más tarde empezó a publicar vídeos en lo que ahora se conoce como TikTok, pero antiguamente era Musical.ly. Antes de los 16 años, la influencer ya destacaba dentro del panorama digital.

En la actualidad, Cols acumula un millón de seguidores en Instagram y más de cuatro millones en TikTok. Sin embargo, sus ingresos no provienen únicamente de las redes sociales. El año pasado anunció la compra de un terreno en Bali para construir villas de lujo y, hace apenas unos días, inauguró su primer emprendimiento: Balanzen.

Junto a su mejor amiga —también creadora de contenido—, crearon una cafetería con clases de pilates ubicada en Andorra, país en el que ambas residen. Allí, Balanzen funciona con éxito, pero, sobre todo, con la "tranquilidad" de que no habrá altercados. Algo que, en cambio, para la catalana podría ocurrir con más facilidad en España.

Un negocio desde cero

Balanzen anunció su llegada hace algo menos de seis meses y nació, precisamente, de la rutina que tanto Abril como su mejor amiga, Andrea, tenían todos los días: ir a clase de pilates y, después, tomarse un café, explican al medio andorrano La Veu Lliure.

Debido al increíble crecimiento del café de especialidad —aproximadamente el 2000 % solo en España— y de disciplinas como el Pilates, el negocio de las influencers se convirtió, desde el primer día, en todo un éxito.

La acogida fue inmediata y las dos creadoras se han encargado de documentarlo en sus redes, mostrando no solo el buen funcionamiento del local, sino también la trastienda del emprendimiento.

A través de sus vídeos, Andrea y Abril enseñan la cara menos vistosa del proceso: averías en máquinas, falta de cambio, productos que se agotan antes de tiempo y otros contratiempos propios de cualquier apertura. Pese a ello, insisten en que cada obstáculo ha tenido su recompensa y que el balance, desde el inicio, ha sido positivo.

De hecho, la cifra de ventas del primer día sorprendió incluso a las empresarias. "Ayer salió brutal, hicimos 700 euros de caja. Está perfecto. La verdad que toda la gente que viene es como: qué guay, qué bueno", afirmó.

Desde el inicio, las creadoras de contenido han compartido sin problema todos los gastos y beneficios que han obtenido del negocio. En su primer vídeo sobre Balanzen, confesaron que se habían gastado más de 300.000 euros "antes de abrir".

Sin embargo, esta cercanía en cuanto a cifras ha generado inquietud entre algunos seguidores que temían por la seguridad del negocio: más de 4 millones de personas saben dónde está ubicado, cuánto ha costado y, sobre todo, cuánto dinero hacen al día.

Esto, en cambio, no supone ningún problema para las influencers. "Os he visto a muchos bastante preocupados porque ayer dijimos que hicimos 700 euros de caja. Sinceramente, estamos en Andorra, no estamos en España. Aquí roban muchísimo menos", cuenta Cols en sus redes.

El tema de la seguridad en Andorra, además, es algo que también trató su amiga y compañera de profesión, Andrea Garte, durante una entrevista hace unos meses. La influencer confesó que prefería vivir en Andorra porque "se sentía más tranquila".

La realidad es bastante obvia: Andorra tiene uno de los índices de criminalidad más bajos del mundo, con una tasa de 0,7 delitos por cada 1000 habitantes. El motivo, para las empresarias, es el dinero que se maneja en el país.

Aun así, la catalana se vio obligada a dar explicaciones. "Si nos entran a robar no vamos a poder evitarlo, pero si vienen a por dinero, dinero no se van a llevar porque el dinero no está aquí. Las máquinas se vacían todos los días y se llevan al banco", explicó.

También defendió su voluntad de mostrar al detalle la realidad económica del proyecto, algo cada vez más habitual. "No me preocupa. Me parece bastante guay el hecho de poder decir cuánto estamos ganando, cuántos gastos tenemos, cómo ha ido el primer mes, cómo ha ido la apertura", cuenta.

Para Cols, esta transparencia forma parte de su manera de entender el emprendimiento y de mostrar lo que ocurre detrás de una fachada que, en redes, a menudo parece perfecta.

"De hecho, nosotras solo en nóminas ya tenemos 15.000 euros, de las chicas que están trabajando con nosotras. Y de verdad que no me importa decir absolutamente todas las cosas tal y como son".