Publicada
Actualizada

Las claves

Roger, un joven español de 25 años, vive en Bruselas desde el 1 de octubre. Periodista freelance y creador de contenido, se ha trasladado a la capital belga buscando nuevas experiencias profesionales. Pero una de las primeras sorpresas que se ha llevado ha sido el precio de la compra.

"¿Cuánto cuesta hacer la compra en Bélgica? Pues hoy he ido al súper a hacer una minicompra y me he dejado más de 35 euros", cuenta Roger en su canal de TikTok mientras revisa el ticket de su última visita al supermercado.

Y es que lo que para muchos podría ser una cesta básica de dos o tres cosas en España, aquí se ha convertido en un pequeño susto.

Su compra era de lo más básica, con alimentos que se suelen necesitar a diario en cualquier casa. "He ido a comprar cosas básicas, cosas normalitas que me faltaban en la nevera y esto es lo que me he dejado", comienza explicando.

"Empezamos por la carne: albóndigas, 5,50 euros, 450 g de pollo, agárrate que vienen curvas, 7 euros; 6 huevos, 2,75", aclara.

Unos precios que, según Roger, resultan mucho más altos que aquí, a pesar de ser cosas necesarias en el día a día. "Cada huevo sale por una millonada", añade con humor, comparando los costes con lo que estaba acostumbrado en España.

A la lista se suman otros alimentos esenciales: "Dos botellas de agua de 2 L, 1,8 euros; dos aguacates, 3,65; 250 g de tomates cherry, 2,85; yogures de fresa, última vez que los compro, 4,49; salsa pesto, 2,15; salsa de tomate, 2,09; un paquete de salchichas 1,79, bastante bien; y pasta fresca, 2,09", relata.

En total, un gasto que refleja la realidad de vivir en la capital europea, donde los precios de lo cotidiano son más altos que en muchas ciudades españolas, tal y como explica el joven a EL ESPAÑOL.

Roger explica que es una compra normal, que "aquí en Bruselas es lo estándar, no es una compra de lujo ni una compra gigantesca, es una compra del día a día. Y aún así, los precios, como podéis ver, están muy por encima de lo que estoy acostumbrado".

Sin embargo, entre alquileres elevados y lo que uno gasta para comer en el día a día, adaptarse al coste de la vida le ha hecho tener que enfrentar un reto diario.