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Trabajar bajo el sol del campo no es solo cuestión de esfuerzo físico. Es una batalla diaria contra la falta de rentabilidad y un relevo generacional que no llega.

Según datos del Ministerio de Agricultura, el número de trabajadores agrarios ha caído un 23% en la última década. La edad media del agricultor ya ronda los 60 años.

Antonio lo sabe bien. Vive en Granada y cultiva mangos y aguacates. "Llevo 18 años trabajando en esto y solo he tenido cinco días libres", confiesa al canal de YouTube Be Agro.

"Vivo estresado"

Todo empezó casi por casualidad. "Lo de la finca nació como un accidente. He trabajado muchos años en la fruta, sobre todo en almacenes de fruta, pero no esperaba ser agricultor", cuenta.

Un día, probó un mango que había vendido y quedó fascinado. "Dije: esto está buenísimo. Empecé a investigar las variedades, los colores... y me enamoré".

De ahí pasó a comprar una pequeña parcela. "Mi abuela me decía que si algún día compraba una tierra, que sea roja. Y justo la que encontré lo era".

Desde entonces no ha parado. "Entrar en la finca es como entrar al paraíso", confiesa. "Vivo estresado al máximo con los pedidos. Quiero que el producto que saque sea tan bueno como si fuera para mi familia", relata.

"Por 100 kg, me descontaron el 20%"

Pese a las largas jornadas que realiza cada día, confiesa sentirse "libre", pero, según señala, la libertad en el campo se paga caro.

Las grandes plataformas de distribución, tal y como señala Antonio, "ganan más dinero con lo que se rescata que con la venta buena".

"Llevé cien kilos de aguacates y me descontaron el 20%, y todo por el dichoso destrío", puntualiza el agricultor.

Sin embargo, ser agricultor en España es una carrera de fondo. El precio al que se pagan los productos apenas cubren los costes de producción.

A esto se le suma la subida del gasoil, los fertilizantes y la electricidad, que han encarecido el trabajo en el campo. A ello se le añade la falta de relevo generacional.

La edad media de los agricultores en España es de aproximadamente 62 años, con más de la mitad de los titulares de explotaciones agrarias mayores de 65 años.

Y a pesar de que el 54,66% de los titulares tienen entre 35 y 64 años, la tendencia del sector es un notable envejecimiento.