Las claves
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Son más de 3,3 millones de personas las que trabajan como autónomos en España. Y muchos de ellos están preocupados por la pensión que les puede quedar después de haber estado pagando las cuotas durante años.
Es el caso de un trabajador por cuenta propia que tuvo que dejar de ser asalariado (trabajaba como fontanero) por la crisis de la construcción.
Entonces, montó su propio negocio de tienda de suministros. Pero, como él mismo dijo en T5, “desde 2008 hasta la fecha esto va de mal en peor”.
Preocupado por la pensión
Este autónomo no sólo ve nubarrones en el presente, sino que los atisba de cara al futuro. Y cuando hablamos de futuro, nos referimos a su jubilación.
Ahora está pagando 400 euros mensuales de cuota. Y las estimaciones dicen que percibirá una pensión de unos 1.000 euros.
“Mal, mal”, no dura en afirmar durante el reportaje de T5. Por eso, piensa echar la persiana a su actividad como autónomo y buscar un empleo donde percibir una nómina todos los meses con el fin de mejorar su futura pensión.
¿Se trata de un caso aislado? No. Los asalariados suelen percibir pensiones más altas que los autónomos. Entre otras razones, porque estos últimos suelen cotizar por la base mínima.
Así, la pensión media de un trabajador asalariado suele estar en una horquilla que varía entre los 1.527 euros y los 1.604 euros mensuales. Mientras que la de un autónomo, está entre los 910 y los 965 euros al mes.
Dicho de otra manera, hablamos de entre un 36% y un 40% menos. Otro dato relevante es que únicamente entre el 4%-5% de quienes trabajan por cuenta propia llegan a cobrar la pensión máxima. Recordemos, 3.175 euros. Ese porcentaje es del 7,5% en el caso de un asalariado.
