Las claves
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España atraviesa una de las peores crisis de vivienda de las últimas décadas.
Según el Instituto Nacional de Estadística, el precio del alquiler ha subido más de un 40% en los últimos diez años, mientras que los salarios se han mantenido prácticamente estancados.
Comprar tampoco es una alternativa real: el Banco de España estima que el esfuerzo medio para acceder a una vivienda supera ya el 35% del salario neto, casi el doble de lo recomendable.
Entre los más golpeados, jóvenes y trabajadores de ingresos medios que ven cómo cada mes se esfuma buena parte de su sueldo en rentas imposibles.
Ante este panorama, cada vez más personas se ven obligadas a buscar soluciones fuera de lo común para no quedarse sin techo.
Algunos vuelven a casa de sus padres, otros reforman locales o se agrupan en pisos compartidos. Y luego está Pepe, que decidió echar el ancla y convertir un barco en su hogar.
Pepe tiene 40 años y vive en un barco de 12 metros amarrado en La Manga del Mar Menor, en Murcia.
Llegó allí hace tres años, cuando el mercado inmobiliario había comenzado a cerrar casi todas las puertas.
"No tengo opción a una hipoteca, están los precios por las nubes, y las hipotecas también", confesó con resignación a El tiempo justo.
400 euros por 12 metros cuadrados
Pagando 400 euros al mes, ahora tiene un pequeño refugio con luz y agua incluidos. En el puerto, ese precio es casi un lujo comparado con lo que cuesta ahora alquilar un piso en las grandes ciudades.
De acuerdo a plataformas de internet como Idealista, el alquiler en algunas viviendas llegan a alcanzar cifras de hasta 2.000 o incluso hasta los 4.000 euros al mes.
Habitación del barco.
Dentro del barco, la vida es tan mínima como los metros disponibles. Pepe enseña el espacio donde pasa "todo el tiempo".
"La habitación para una persona está bien, pero para dos personas es pequeña", dice mientras señala el diminuto espacio.
Lo que comenzó como una medida temporal, ahora se ha convertido en su estilo de vida. Pero no es por elección, sino por necesidad.
"Me veo con 43 años sin una vivienda y sin poder formar una familia ni tener una pareja... estoy malviviendo totalmente", sentencia el hombre.
Expertos en vivienda advierten de que el caso de Pepe no es un caso extraño. La Plataforma por una Vivienda Digna calcula que más de 50.000 personas en España viven en soluciones "no convencionales": caravanas, barcos o casas prefabricadas. Y la tendencia no deja de crecer.
Mientras el Gobierno estudia nuevas medidas para frenar los precios y ampliar el parque de viviendas, miles de españoles como Pepe siguen a flote esperando una solución.
