Las claves
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Cada año son miles los jóvenes que se marchan de España a estudiar con el objetivo de aprender y formarse en otros países muy diferentes al nuestro.
Uno de los programas más utilizados es el Erasmus, que permite viajar a diferentes destinos de Europa donde conocen a gente nueva, practican el inglés y se adentran durante unos meses en otro sistema educativo.
Sin embargo, la elección del país implica grandes diferencias, entre ellos el alquiler. Así, una joven española llamada Marta compartió en sus redes sociales (@martaluak) cómo vivía de alquiler en una habitación junto a sus compañeras.
Estudiando en Rumanía
En los últimos años, cada vez más jóvenes optan por realizar programas de intercambio como Erasmus en países del Este de Europa, como Rumanía.
Esta tendencia responde no solo al interés por la experiencia académica y cultural, sino también a factores económicos que hacen más atractiva la estancia en estos países.
Uno de los factores más destacados que influye en esta decisión es el coste de vida, especialmente el alquiler de vivienda.
Mientras que en España los precios de los pisos y residencias para estudiantes son elevados, así como en países del norte de Europa, en ciudades rumanas los jóvenes pueden encontrar alojamientos de calidad a precios mucho más bajos.
Justo es el caso de Marta, una joven española que compartió un vistazo a su habitación en alquiler durante su Erasmus en Rumanía.
"Mi habitación de Erasmus en Rumanía por 100 euros", aseguraba. "Me han dejado ponerme con mis compañeras de carrera que llegan en 4 días".
La joven se encargaba de mostrar las diferentes comodidades que incluía su habitación: "baño con sujetatoallas, una ducha un poco mohosa, un espejo, una escoba... aquí tenemos el frigo".
Sin embargo, lo que más destacaba era la gran variedad y cantidad de muebles en la habitación para ella y sus otras dos compañeras de habitación.
"Hay dos cajoneras, una encima de la otra. Tenemos tres escritorios, cada uno con sus respectivas estanterías y aquí tenemos dos armarios, luego el tercero. Cada uno tenemos un armario propio. Cada uno tiene sus cajoneras y luego armarios para zapatos y en lo alto", señalaba.
Además, sus camas estaban organizadas en dos literas y una cama individual. "Comparto con mis compañeras de carrera, son majísimas la verdad. Tengo suerte de compartirla con conocidas y por 100 euros nos parece genial a las tres", indicaba.
Esta diferencia de precios permite que los estudiantes disfruten de una mayor independencia económica, reduciendo la presión financiera que suelen experimentar en España y, al mismo tiempo, les brinda la oportunidad de invertir en otras experiencias culturales o educativas en su estancia.
Además, esta dinámica refleja un fenómeno más amplio sobre la movilidad estudiantil y las desigualdades regionales en Europa.
Así, países como Rumanía se convierten en destinos estratégicos para quienes buscan equilibrar educación y asequibilidad económica, frente a destinos más caros como Noruega o Suecia.
