Las claves
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El salario mínimo interprofesional (SMI) ha subido casi un 50% a lo largo de los últimos cinco años. De los 736 euros mensuales en 2018, a los 1.184 euros en 2025. Sin embargo, el nivel de vida se ha visto afectado por la inflación y el encarecimiento de los bienes básicos.
Por ejemplo, entre 2021 y 2025, la tasa anual de inflación ha variado en una horquilla entre el 3% y el 4%. Ahí, alimentos, energía y transporte han sido los principales impulsores de la subida de precios. Sin olvidar la vivienda.
Dicho de otra manera, el poder adquisitivo ha subido (por la mejora del SMI) pero el nivel de vida no ha aumentado al mismo ritmo. “Durante años, hablar de dinero era hablar de cifras. Hoy es hablar de dignidad. Porque cada vez más personas trabajan a jornada completa, y aun así no llegan a fin de mes”, afirma José Martín Vez, retail manager y marketing strategy.
Niveles de salario en España
Martín Vez subraya en la red social LinkedIn que “el problema no es la falta de empleo. El problema es que el esfuerzo ya no compra estabilidad”. Y utiliza el símil de un semáforo para explicar los tres niveles de salario que hay en España.
El primer nivel, de color rojo, es el salario que “no alcanza para vivir”. Y ahí se encuadran aquellas personas que ganan entre 1.000 y 1.400 euros netos al mes.
“Cubre lo básico: techo, comida, transporte. Pero cualquier imprevisto se convierte en un lujo. Es el salario que mantiene el presente, pero sacrifica el futuro”, sostiene.
El segundo nivel, de color amarillo, es el del salario “que permite vivir dignamente”. Está entre 1.800 y 2.200 euros netos al mes.
“Permite pagar vivienda, llenar la nevera, tener ocio moderado y ahorrar un poco. No da para extravagancias, pero sí para respirar sin miedo al día 30. No debería ser una aspiración, debería ser el punto de partida”, apunta.
Y, el tercer nivel, de color verde, es el “salario que permite aspirar”. Está entre 2.800 y 3.500 euros netos al mes.
“Te da margen para ahorrar, planificar, tener familia o invertir. No es riqueza, es libertad de decisión. Y hoy, en España, eso se ha convertido en el nuevo lujo”, apunta José Martín.
Cifras que, como matiza, hace mención a una persona independiente, sin hijos. “En los últimos diez años, los precios de vivienda, energía y alimentación han subido más del doble que los salarios”, recuerda el experto.
Y concluye: “La inflación se ha hecho estructural, y el coste de la vida ya no se ajusta a los sueldos. El resultado es millones de trabajadores atrapados entre la nómina y la nevera. Un país no se mide por cuánto produce, sino por cómo viven quienes lo sostienen”.
