Publicada
Actualizada

Las claves

En Donostia, entre olas y surfers, Rubén ha levantado uno de los negocios más rentables de comida rápida saludable del norte.

Tiene 39 años y una historia que muchos desearían: "Empecé teniendo 0 euros en la cuenta. Vendí el coche y la moto para abrir el local. O veníamos o estábamos en la quiebra", recuerda a Eric Ponce.

Hoy factura más de 750.00 euros anuales con su cadena de poke bowls, Goxo Poke que están ubicados en San Sebastián.

El negocio de los pokes

Rubén es madrileño, consultor informático de profesión y donostiarra de adopción. Llegó al País Vasco hace más de una década "por amor", y fue allí donde, entre informes, papeleo y aeropuertos, empezó a gestar su empresa.

"Estaba quemado del trabajo. Ganaba mucho dinero, pero era una pesadilla, no compensaba, no tenía vida. Así que un día pedí un poke en Madrid y pensé: "Este producto es genial, lo tengo que llevar a Donistia", cuenta.

El poke, plato hawaiano con fuerte influencia japonesa, se ha convertido en una tendencia urbana que ha conquistado la restauración eruopea.

"El significado literal es 'marinar pescado', normalmente atún o salmón. En nuestro caso, el salmón es lo que más se vende", explica el hostelero.

En 2019, Rubén y su socio abrieron el primer local de este tipo en Donistia. "Fuimos la primera marca en traerlo a la ciudad. Ese verano vendimos 200 pokes el primer día, otros 200 al siguiente... y no paramos", recuerda.

El negocio creció, y con él, su organización. "Ahora tenemos cuatro locales: tres en Donostia y uno en Zarautz. Cada local tiene su encargado que controla compras, pedidos y personal. Yo superviso todo cada semana". 

La clave, dice, está en la eficiencia: "La operativa lo es todo. Si el sistema funciona, el negocio funciona", puntualiza Rubén.

Según datos del INE, la hostelería española cerró el año pasado con un crecimiento del 8% respecto al año anterior, y más de 1,5 millones de personas empleadas, aunque los márgenes siguen siendo ajustados: el beneficio neto ronda el 10%.

Rubén, sin embargo, ha logrado duplicarlo: "Nuestro EBITDA ronda el 20%. En nuestro caso, no tenemos prácticamente merma", señala.

En pleno auge del consumo saludable y con un cliente cada vez más exigente, el empresario apuesta por mantener la esencia del negocio: "Podrá haber competencia, pero nosotros somos fieles a lo que hacemos" dice, haciendo ver que el negocio no va de moda, sino de producto.