Las claves
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Los costes de los alimentos han aumentado considerablemente en los últimos años. Por ello, los precios se resienten y los hábitos de consumo de los clientes cambian. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el café, los huevos y la ternera están cerca de un 20% más caros que hace un año.
También ocurre con los productos destinados a la repostería. Por ello, Claudia Covarrubias, pastelera argentina que trabaja en España, ha expresado la dura realidad de este tipo de negocios: el aumento de los costes les obliga a subir los precios y las ventas se resienten.
"Una tarta de queso cuesta ahora entre 28 y 30 euros y la porción casi 5 euros; la gente ahora se priva más, ya no lo ven como una necesidad como sí puede ocurrir con el primer y segundo plato", señala Claudia en el plató del programa La Mirada Crítica.
Sube el precio del chocolate
Insiste en que "los costes se han encarecido mucho, también la materia prima, todo ha subido mucho". En concreto, se ha producido una subida pronunciada de la mantequilla, el chocolate, los lácteos y la harina, productos esenciales para los negocios de repostería.
"Sobre todo nos afecta el aumento del precio del chocolate, que nosotros usamos muchísimo", subraya. Por tanto, justifica que las pastelerías hayan aumentado el importe. "Es lógico", afirma.
El precio de la luz también está en alza, lo que acarrea un impacto muy importante en la pastelería de Claudia y también en todas las demás. "Ha subido mucho la energía, lo que nos afecta porque en las pastelerías es todo eléctrico".
En consecuencia, la periodista Ana Terradillos le ha preguntado cuánto ha afectado este contexto económico a las ventas de las pastelerías. Según la revista especializada Modelos de Plan de Negocios, en España existen 11.729 pastelerías y panaderías activas, por lo que son muchos los puestos de trabajo en riesgo por la reducción de las ventas.
Claudia revela que el impacto ha sido muy profundo porque la gente se está abrochando el cinturón para poder destinar su dinero a pagar otras facturas más relevantes de su día a día.
"Antes se pedían un postre cada uno, ahora tienden a más compartir", desvela resignada. Eso sí, menciona que "aunque los precios estén altos buscamos que los clientes estén contentos", ofreciéndoles tartas artesanales de alta calidad.
