Las claves
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Lorena es propietaria de una cafetería en Cataluña inspirada en la ciudad británica de Bristol, famosa por su cultura cafetera y la gran cantidad de locales de venta de café en cada esquina del enclave. ¿El motivo? La dueña estuvo viviendo en esta ciudad marítima inglesa, donde se quedó alucinada por las cafeterías locales.
Bristol Koffee, ubicado en Viladecans (Barcelona), abrió hace un año y medio con una inversión inicial de poco más de 100.000 euros y mucha ilusión. Según los cálculos de Lorena, con el ritmo actual de ventas la inversión inicial podría recuperarse en unos tres años.
Esta estimación tiene su base en los ingresos y gastos que tiene que gestionar esta joven para sacar adelante su negocio. En una entrevista con el creador de contenido Eric Ponce, ha revelado que "en un año la cafetería ha facturado 138.000 euros y me queda en el banco un 9% limpio".
Hasta 10.000 euros mensuales de gasto medio
En efecto, emprender implica una serie de gastos e impuestos interminables. Por un lado, dice que los costes fijos mensuales, que incluyen el alquiler del local, los sueldos y la Seguridad Social de los trabajadores, son de aproximadamente 7.000 o 7.500 euros.
Además, tiene que añadir los costes variables. "También tengo que pagar el café, que son unos 500 euros al mes, la leche fresca de granja, otros tipos de leche y los refrescos", aclara. En total, Lorena tiene que pagar de media unos 9.000 o 10.000 euros, mientras que la facturación mensual se sitúa en unos 11.500 o 12.000 euros.
Todo ello para seguir impulsando una cafetería que apuesta por combinar la venta de café de especialidad, bebidas frías, repostería, bollería, tartas y comida salada como bocatas o tostadas.
La dueña explica durante la entrevista que el límite que debe alcanzar para cubrir los gastos es de unos 470 euros al día. "A partir de esta cifra se considera beneficio y es verdad que estos números los superamos diariamente", afirma.
Montar una cafetería
Confiesa que uno de los principales problemas que ha experimentado desde la apertura del negocio es la gestión del personal, sobre todo por las complicaciones de contratar trabajadores, adaptarse a sus necesidades y sufragar las cotizaciones sociales.
"A veces llamo a 15 personas para la entrevista, quedo con 9 personas y se presenta solo una", protesta. Sin embargo, a pesar de todas las dificultades, manifiesta con claridad que "volvería a montar otro Bristol Koffee y lo haría con las mismas ganas e igual de bien que ahora, es toda una experiencia".
