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Las claves

Hace unos días el Gobierno sorprendía anunciando que de cara a los próximos años buscarían incrementar las cuotas de los autónomos de forma progresiva.

Una noticia que provocó la indignación de los trabajadores por cuenta propia y que el propio Gobierno no ha tardado en rectificar: congelar las cuotas de los autónomos con menores ingresos e incrementar las subidas máximas por debajo del IPC.

Así, el tema de las cuotas es algo que siempre genera controversia y críticas, especialmente entre los propios autónomos como Juan Carlos, el cual no tardó en cargar contra esta medida estatal.

Cotizaciones, impuestos y autónomos

En España, los trabajadores autónomos forman parte de un sistema particular de cotizaciones e impuestos que difiere del de los empleados por cuenta ajena.

A través del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), los autónomos están obligados a pagar una cuota mensual a la Seguridad Social que les da derecho a prestaciones como jubilación, incapacidad temporal y asistencia sanitaria.

Esta cuota se calcula en función de la base de cotización que cada autónomo elija, aunque existe un mínimo legal que muchos profesionales deben afrontar incluso en períodos de bajos ingresos, lo que ha sido motivo de debate durante años.

"Parece que nos han escuchado. Estoy contento", reconocía Juan Carlos sobre la rectificación de las cuotas de autónomos. "Claro, si no tienen apoyo en el Congreso, es normal que este tipo de medidas no salgan. Porque es que no tiene sentido".

El autónomo era claro con su crítica: "Recordemos que ya existe una progresividad del IRPF, todos los que cobran más, pagan más y los que cobran menos, pagan menos. El tema es que no se puede penalizar tan duramente al que arriesga y al que tiene un poco de principio de prosperar y aportar su valor a la sociedad".

Además de las cotizaciones, los autónomos deben cumplir con obligaciones fiscales como el pago del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y, en su caso, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), presentando declaraciones trimestrales y anuales.

"Que partas todos los meses con menos 200 euros facturando nada... cuatro perras. De menos 400 a menos 500 euros aunque no factures", reconocía Juan Carlos. "Es una barbaridad. No es sostenible".

Esta combinación de cargas sociales y fiscales genera una presión económica significativa, especialmente para quienes inician su actividad o atraviesan períodos de menor facturación.

A diferencia de los asalariados, los autónomos no cuentan con la cobertura de un contrato estable, lo que incrementa su vulnerabilidad frente a retrasos en pagos o fluctuaciones del mercado.

Por ello, el autónomo fue contundente con esta propuesta de subida que tanto sonó hace escasos días y que consistía en un incremento entre 17,37 euros a 206,24 euros según rendimientos.

"¿60 euros es poco?", cuestionaba Juan Carlos. "Es poco si tienes visión cortoplacista de un mes, porque es una cena, pero al año son 720 euros. La propuesta era que al siguiente año lo suban un poco, al siguiente otro".

"720 euros es ya comprarte un ordenador de utilidad. En 3 años es comprarte una moto para hacer repartos más rápido, o una furgoneta de segunda mano para ser más productivo", aseguraba.

Esta propuesta de subida, según muchos expertos, se debía para poder financiar las pensiones de los jubilados. Al igual que hace meses se anunció el impuesto de solidaridad, los autónomos lo pagarían de esta manera. Algo que Juan Carlos también señaló.

"Visto de otra manera, el problema es el sistema de pensiones que es reparto y no contributivo", indicaba. "Tenemos un agujero de 30.000 millones de euros anuales y a eso tratan de ponerle parches como sean y de la manera que sea. Es dar una patada para adelante sin solucionar los problemas reales".

El autónomo concluyó su participación dejando un deseo para el trato que, bajo su gusto, deberían tener los trabajadores por cuenta propia en España.

"Creo que el camino debería ser recuperar una pequeña parcela de libertad que nos han quitado a los autónomos. Poder decidir lo que quiero cotizar o apartar para la Seguridad Social", indicaba Juan Carlos.

"Dejarme a mí la libertad de decidir qué hago con el dinero que estoy generando con el sudor de mi frente y arriesgando todo lo que tengo. Esos 60 o 100 euros al mes que me suben si los invierto en un fondo del SB500, me jubilo con 1 millón de euros. A lo mejor tendríamos que tirar todos más por ahí".