Las claves
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El cambio de hora que cada año divide a Europa, vuelve a encender el debate.
Dos veces al año, el último fin de semana de marzo y el de octubre, se adelantan o atrasan los relojes en nombre del ahorro energético.
Este 2025, el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha abierto las puertas a suprimir definitivamente el cabio de hora porque "ya no tiene sentido y apenas ayuda a ahorrar energía".
Un ahorro de 4 € en seis meses
Los datos le dan la razón: según el economista Santiago Niño Becerra, el supuesto ahorro no roza ni los 5 € por hogar en seis meses, una cifra simbólica frente al impacto en el sueño y la productividad.
"De media, el ahorro que para una familia representa en electricidad estos seis meses, son unos 4 euros. Sinceramente, desde el punto de vista económico, no compensa", afirmaba tan solo hace unos días el experto en La Linterna, programa de COPE.
El cambio de hora no afecta a todos por igual. Mientras algunas personas apenas notan la diferencia, otras experimentan fatiga, irritabilidad o incluso episodios de estrés.
Durante los primeros días tras el ajuste, muchos españoles reconocen sentirse más cansados y desorientados, lo que se traduce en una bajada palpable de la productividad tanto en el trabajo como en casa, así lo reconoce la Sociedad Española del Sueño.
Ajuste de relojes: ¿la última vez?
España sigue aplicando el sistema oficial de cambio de horario que alterna entre el de verano y el de invierno para intentar aprovechar mejor la luz solar y ajustar el ritmo de vida a las horas del sol.
El protocolo es sencillo: el último domingo de octubre, a las 03:00 am, se retrasa una hora el reloj y se vuelve al horario de invierno, lo que convierte ese día en el más largo del año, con 25 horas.
El argumento siempre ha sido sincronizar las actividades cotidianas y laborales con la luz natural, esperando que esto fomente la productividad y ayude a gastar menos en iluminación.
Sin embargo, el debate sigue vivo: cada año surgen dudas sobre si este cambio realmente aporta beneficios, especialmente ahora que los expertos señalan que el ahorro real es mínimo y que puede tener efectos negativos en la salud.
Por ello, tanto ciudadanos como especialistas y autoridades debaten si no ha llegado ya la hora de dejar los relojes quietos y apostar por un único horario para siempre.
