Las claves
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La conocida crisis de la vivienda y del alquiler en España poco a poco ha ido llegando a todos los rincones del país. Incluso a un pueblo de 3.600 habitantes a 10 kilómetros de Valencia.
Las familias de Alfara de Patriarca, Valencia, se encuentran sumidas en la desesperación al ser expulsadas de sus viviendas que pasarán a convertirse en alquileres estudiantiles.
Este es el caso de Óscar Rocher, un padre de familia al que le notificaron que tiene un mes para abandonar su vivienda que pasará a convertirse en un piso de estudiantes, según contó al programa Equipo de Investigación.
Una crisis palpable
"Después de 11 años viviendo en Alfara de Patriarca, nos tenemos que mudar porque no nos renovaron el contrato del alquiler", manifestó Óscar.
En este piso Rocher vivía con su mujer y su hija y pagaba 500 euros mensuales de alquiler; sin embargo, tiene un mes para empaquetar sus pertenencias y rehacer su vida en otro piso.
"Ya no solo nos echan de las ciudades, sino que nos apartan también de nuestros pueblos, de nuestras familias y de nuestros amigos", reflexionó desesperanzado el padre.
La situación se hace más terrorífica a medida que va viendo viviendas en Idealista: "Piso de 860 euros al mes con aparcamiento, solo para estudiantes", comenzó a leer, "son pisos de 29 metros cuadrados, 40 metros cuadrados..."
A medida que aparecían más anuncios, la realidad se hizo evidente: "Son todos así". La crisis habitacional en este pequeño pueblo valenciano dejó sin oferta inmobiliaria a las familias de la zona.
La realidad es que los propietarios en España tienen cada vez más miedo de alquilar a las familias. ¿El motivo? La inquiokupación.
Óscar Rocher, padre de familia.
Al alquilar a una familia existe la posibilidad de que esta se declare vulnerable y deje de pagar el alquiler, pero siga residiendo en esta vivienda. Esta situación al final significa para los propietarios una deuda catastrófica y una molestia que puede extenderse por muchos años.
Así, los estudiantes suelen ser vistos como un inquilino 'seguro' en este sentido. Difícilmente son considerados vulnerables porque la mayoría dependen de sus familias y el riesgo de que dejen de pagar el alquiler es mínimo.
Este miedo quedó palpable en las llamadas que hizo Rocher a los anunciantes de pisos, siempre la primera pregunta era: "¿Es para familia o estudiantes?".
Al enterarse de que es una familia, rápidamente respondían: "Es que no tengo nada para familias, es para estudiantes únicamente".
Óscar Rocher llamando a un anunciante y preguntando por viviendas para familias
De esta manera, Óscar Rocher y su familia buscan un piso en el que continuar construyendo su vida; sin embargo, el padre declaró que: "Los estudiantes son el negocio de este pueblo ahora mismo".
Muchos son los propietarios que han hablado de esta situación y han pedido respaldo legal en casos de okupación o inquiokupación. Al final, esto permitiría que más viviendas fuesen puestas en alquiler y aliviaría, un poco, la crisis de la vivienda.
