Las claves
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La profesión de camionero, una de las más duras, está en una encrucijada en España.
Conducir vehículos que pesan miles de kilos, jornadas interminables y trayectos que se alargan por días hacen que el trabajo no sea para cualquiera.
Sin embargo, la grave escasez de camioneros en el país ha llevado a que esta labor reciba una remuneración muy superior a la media.
"Ser camionero está mal visto"
De acuerdo a la Confederación Española de Transporte de Portavehículos, más del 50% de los camioneros tiene más de 55 años, una situación que pone contra las cuerdas al sector.
"En una década, la mitad de los camioneros que hay hoy habrá desaparecido", confiesa Pedro Ruiz, presidente de la Confederación de Transporte a La Mirada Crítica.
Tal y como lo describe, solo el 3% de los conductores tiene menos de 25 años, por lo que deja muy claro que se buscan profesionales para luchar contra el problema.
"Queremos que la generación Z vea que trabajar en este sector es una opción para ellos", señala.
Según datos oficiales, hacen falta alrededor de 30.000 camioneros en España para cubrir la demanda actual, un hueco que golpea la cadena logística y provoca subidas en los precios del transporte.
Además, esta falta de profesionales provoca que muchos camiones estén parados, dificultando la gestión de picos de demanda y generando retrasos en entregas.
El sector, responsable del 95% del traslado de mercancías en España, enfrenta así un problema estratégico que no solo implica en empresas, sino también en consumidores.
La baja atracción hacia la profesión tiene varias causas, entre ellas, la percepción negativa, la exigencia física y la responsabilidad de pasar fines de semana fuera de casas. Y es que, tal y como señala el Ruiz, "ser camionero está mal visto".
Un sector que conlleva sacrificios
Ser camionero muchas veces trae consigo el ser poco reconocido, e incluso, invisible ante la sociedad.
No es solo conducir un vehículo que pesa toneladas: implica largas jornadas al volante, con descansos muy limitados y una presión constante por cumplir plazos ajustados.
Además, los conductores pasan largos periodos lejos de sus familias, enfrentándose a la soledad y al estrés de la carretera. Estas condiciones físicas y personales tan duras generan una alta dificultad para atraer relevo generacional.
Pero, a pesar de todo, la profesión ofrece su recompensa económica. Los camioneros internacionales, por ejemplo, pueden llegar a ganar cerca de 4.000 euros al mes, una cifra muy superior a la media española.
Según expertos, esta retribución refleja la responsabilidad y el esfuerzo que conlleva el trabajo, convirtiéndose en una de las pocas que combina una alta demanda con un salario atractivo.
Sin embargo, el coste personal es alto: largas ausencias familiares, estrés y condiciones de trabajo exigentes.
