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Cada país se rige por su propia cultura y diferentes creencias. Así, mientras los españoles son de una determinada manera, los alemanes son de la suya y los chinos de la suya. Estas diferencias se marcan más cuando las culturas han sido más distantes en la historia.

En relación con la manera de ser, parece que los chinos tienen un concepto... muy diferente. El empresario español Adrián Díaz en China contó en un vídeo cómo su cultura dista tanto de la nuestra que su propia manera de comportarse y pensar les hace ser más abiertos.

Así, el emprendedor fue muy sincero a la hora de contar en qué se basa esa diferencia y por qué es tan diferente de los españoles.

Mentalidad comercial

La forma de pensar de los chinos en el ámbito comercial está profundamente marcada por siglos de tradición mercantil y pragmatismo. Desde jóvenes, aprenden a valorar la estrategia, la paciencia y la negociación como herramientas esenciales para los negocios.

En contraste, la mentalidad española suele ser más emocional y directa, enfocada en la relación personal y la confianza, pero menos orientada a la planificación estratégica o al cálculo meticuloso de cada movimiento comercial.

Además, los chinos muestran una mayor apertura a diferentes perspectivas y están acostumbrados a adaptarse a situaciones cambiantes, mientras que los españoles tienden a ser más rígidos en sus opiniones y decisiones, lo que a veces dificulta la flexibilidad en el ámbito profesional.

De hecho, eso es lo que analizó Adrián Díaz, empresario español afincado en China, en uno de los vídeos de sus redes sociales.

"Yo creo que los chinos tienen un ADN muy comercial", señalaba Díaz. "Al fin y al cabo han sido mercaderes desde hace más de 2.000 años, desde antes de la Ruta de la Seda".

El empresario explicaba cómo su manera de ser es algo que va cientos de años atrás: "Bueno, por eso crean la Ruta de la Seda, porque necesitan exportar y entienden el beneficio del comercio en todas las direcciones".

Por lo tanto, su mentalidad les hace ser muy diferentes a como somos en España o en Europa. "Entonces, creo que esa mentalidad de mercaderes les hace ser mucho más abiertos a cambiar de opinión cuando algo tienen más beneficio", apuntó Díaz.

El empresario indicó cómo el cálculo económico es un concepto que los chinos aplican a diario en su vida

"Yo hablo mucho del cálculo económico, que no es cálculo monetario, cálculo económico que hacen los chinos en todas las facetas de su vida, en el amor, en los negocios, en la amistad, en las relaciones sociales...", afirmó.

El cálculo económico es un concepto que se refiere a la evaluación racional de los recursos, costos y beneficios para tomar decisiones económicas eficientes. La manera de determinar cómo asignar recursos escasos de la manera más eficaz posible para lograr un objetivo.

"Es mucho más fácil para ellos cambiar de dirección y cambiar de principios cuando claramente se puede aplicar cálculos y entender los beneficios de un cambio de pensamiento o ideología", concluía el empresario.

Por lo tanto, los chinos si se les abre un camino u oportunidad diferente a lo que tienen en mente, pero les va a dar mayores beneficios, se abrirán a probarlo. Serán más abiertos a nuevas opciones y alternativas que cerrarse en lo mismo siempre.