Muchas personas optan por alquilar su vivienda para obtener un ingreso extra más allá de la nómina o la pensión mensual. No obstante, muchos propietarios viven preocupados por la posibilidad de que sus inquilinos dejen de pagar el piso y se atrincheren en él.
Una mujer de 70 años lleva tres años sin pagar el alquiler de la casa en la que está alquilada, por lo que se ha convertido, efectivamente, en una inquiokupa. Además, ha declarado en una entrevista en televisión que no paga porque la "casa es una mierda y me importa un carajo".
La arrendataria apuntaba, en un inicio, a ser una gran opción para los propietarios, ya que es hija de un actor con trayectoria internacional y es la expareja de un futbolista del Real Madrid. Pero, contra todo pronóstico, ha acumulado una deuda de 33.000 euros por impagos.
Tres años de inquiokupa
Aun así, lleva desde 2022 sin pagar el alquiler de 1.050 euros por un piso de 90 metros cuadrados en pleno centro de Torrelodones (Madrid). Tras la reclamación de los propietarios, el Programa de Ana Rosa en Telecinco ha contactado con la inquiokupa para conocer su versión.
"Yo alquilé esta casa y estos señores no se han ocupado de mantener una casa en condiciones. Es una mierda. Cuando vas al baño a hacer pis ellos te dicen que metas una fregona para que el agua corra", se defiende.
En consecuencia, decidió unilateralmente dejar de pagar el alquiler. Además, desde el primer mes de arrendamiento generó problemas con los pagos, puesto que, como no iba a utilizar el garaje, decidió por su propia cuenta pagar 1.000 euros en vez de 1.050 euros al mes.
Previamente, el propietario narró en el mismo programa cómo ha sido la experiencia de tener la vivienda okupada durante tanto tiempo. Asimismo, confesó que su mujer tiene cáncer y que, cuando alquilaron la casa, tenían esperanzas de que la nueva residente fuera una gran apuesta.
Sin embargo, no ha mostrado ningún tipo de empatía con la situación, ya que ha afirmado sin tapujos que "a mí me la pela que tenga cáncer". Eso sí, ha confirmado que se marcha ya del piso y que no lo hizo antes porque no pudo, optando así por okupar la vivienda.
El fenómeno de la inquiokupación ha encendido las alarmas de muchos dueños de inmuebles, pero es una circunstancia que no se puede cuantificar. La razón es que no existen datos oficiales de la evolución de los inquilinos que, durante el contrato de arrendamiento, optan por dejar de pagar y quedarse en la vivienda ilegalmente.
