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En la actualidad, hay varias profesiones que han perdido atractivo entre los jóvenes, y la construcción es claramente una de ellas. Ser albañil ya no figura entre las aspiraciones de niños o adolescentes, dejando al oficio sin un relevo generacional.

Como consecuencia, el sector enfrenta una notable escasez de trabajadores, lo que dificulta cubrir puestos y avanzar en la construcción de nuevas edificaciones.

Así, Damián, albañil y encargado de obra en España, explicó la situación de falta de personal y cómo el puesto ha perdido atractivo hoy en día.

Faltan albañiles

En las últimas dos décadas, la albañilería ha mostrado un envejecimiento notable, según un estudio de BBVA Research. En 2007, uno de cada cinco albañiles tenía menos de 30 años, comparando esas cifras con hoy en día, la cifra llega apenas al 5%.

La participación de jóvenes en el oficio se ha desplomado, evidenciando la falta de relevo generacional en un sector esencial para la construcción. Conseguir mano de obra joven dispuesta a formarse se ha vuelto cada vez más difícil.

Por el contrario, los trabajadores mayores de 45 años han aumentado significativamente. Hace veinte años representaban algo más del 30% del total, ahora superan el 65%, dibujando un panorama marcado por el envejecimiento y donde el relevo generacional brilla por su ausencia.

Asimismo, esa falta de nuevas generaciones abre la puerta a que muchos inmigrantes vean la construcción como un sector donde trabajar y asentarse en el país. Se estima que cerca del 25% de los albañiles en España son inmigrantes en 2025.

De ese modo, durante un vídeo del youtuber Adrian G. Martín, se analizó el estado del sector, Damián, albañil y encargado de obra, aportó su visión y explicó las claves detrás de la falta de trabajadores.

La primera cuestión que le plantearon a Damián era sobre si consideraba que los españoles ya no se sentían atraídos por la profesión de albañil. El trabajador era muy claro.

"No. Yo que conozco mucha gente joven, veo que no les interesa trabajar de albañil", afirmaba el albañil. "Dicen: 'Tengo otros trabajos en los que puedo ganar igual o más y me canso la mitad'. No tienen ilusión por trabajar ni en esto ni en otras cosas".

Ante esta situación, se le planteó la duda sobre si ponía en riesgo que los españoles ya no quieran trabajar en la construcción, o la inmigración ponía fin al problema.

"Normalmente siempre viene gente de fuera y más o menos estamos cubiertos", confesaba Damián. "Sí que sería interesante que hubiera más españoles trabajando, que la gente de aquí trabaje de todo, ¿no? No solo en cosas que no me canso, cosas que no me tengo que esforzar...".

La reflexión lanzada por Damián es la viva realidad del problema que vive España. El sector de la construcción ha perdido prestigio y ya ha dejado ser una posibilidad laboral real entre los jóvenes.

La albañilería se ha dibujado como una profesión con malas condiciones laborales y que requiere de un mayor esfuerzo físico. Por ello, hoy en día muchos prefieren adentrarse en entornos más digitales u optar por opciones educativas con una mejor calidad de vida y menor desgaste físico.