Las bajas laborales implican el derecho de los trabajadores a poder tomarse un tiempo para absentarse de su puesto y recuperarse de algún tipo de problema físico o mental mientras mantiene su salario.
Sin embargo, hay algunos trabajadores que se aprovechan de las bajas laborales para cobrar su salario a la vez que no ejercen su oficio. Un problema que preocupa tanto a los trabajadores como a la Seguridad Social.
Por ello, este tema ha llegado a Y Ahora Sonsoles, donde una empresaria llamada Natacha Gastón ha explicado cómo vive ese problema en su empresa.
Bajas y bajas
Un informe de la Asociación de Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social (AMAT), junto con datos oficiales, revela que en los últimos años las bajas laborales han aumentado un 60%.
Si miramos una década atrás, el crecimiento es aún más evidente. En 2014 se registraron algo más de tres millones y medio de bajas, mientras que en 2024 la cifra alcanzó los 8.716.663 casos, prácticamente el doble.
Este repunte genera inquietud tanto en la Seguridad Social como en las empresas. El impacto económico es enorme: el Estado destina cerca de 15.000 millones de euros y las compañías asumen otros 14.100 millones.
Entre las principales preocupaciones están las denominadas bajas fraudulentas, aquellas en las que el trabajador afirma no poder desempeñar su labor pese a encontrarse en condiciones de hacerlo. Estas prácticas agravan un problema ya de por sí creciente.
De tal manera, este tema estuvo presente en Y Ahora Sonsoles, donde se explicó el gran efecto de las bajas laborales y cómo preocupa a empresarios como Natacha Gastón.
Natacha tiene una empresa de distribución de fruta y verdura con unos 20 trabajadores, por lo que cuando les falta un trabajador, la empresaria señala que les afecta bastante. "Me supone un sobrecoste", confesó.
Así, Sonsoles le preguntó si los lunes le fallan muchos trabajadores en su puesto. A lo que la empresaria respondió: "Muchos lunes sí. No sé por qué. Te dicen que se encuentran mal, están en el hospital... Algunos presentan justificante y otros no. Encima no puedes decir nada".
La respuesta de Natacha generó bastante discusión, ya que muchos indicaron cómo es necesario por ley que se pida un justificante médico para asegurar esa baja. Pero la empresaria explicó que eso no es tan fácil como parece.
"Una persona que tenga ansiedad...es muy difícil de diagnosticar, y muy difícil seguir con el diagnóstico. Si voy ahora mismo al médico y le digo: 'Es que estoy fatal y no me puedo levantar'. Sigo y sigo, y el médico realmente no sabe hasta dónde está mi ansiedad. Es muy complicado", afirmó Natacha. "He visto muchos constipados, gripes...he tenido de todo".
El programa contó con trabajadores que defendieron su derecho a la baja laboral y a mantener su salario si su cuerpo no les permitía trabajar.
"Hay un problema grande porque si hay una baja de mucho tiempo y yo como empresa tengo que seguir pagando, y pago todos los pluses de esa nómina, esa gente puede alargarlo", sostuvo. "¿Qué pasa? Que si la Seguridad Social pagase solo el sueldo base, más de uno volvería a trabajar enseguida. Seguro".
En definitiva, el aumento de las bajas laborales en España refleja no solo un reto económico y social, sino también la necesidad de abordar aquellas situaciones en las que se hace un uso indebido del sistema.
Para garantizar su sostenibilidad y proteger a quienes realmente lo necesitan, el Estado debe aplicar medidas firmes que eviten abusos y promuevan un uso responsable de este derecho.
