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En un caso que ha resonado en el ámbito del derecho mercantil y de la gestión de deudas personales, la abogada María Isabel Miranda ha conseguido que su clienta, Sonia, quedara exonerada de 96.000 euros en deudas en apenas dos meses y medio.

Este episodio se ha convertido en un ejemplo palpable de cómo la Ley de la Segunda Oportunidad puede ofrecer un verdadero alivio a quienes atraviesan dificultades económicas significativas.

"96.000 euros perdonados. Sonia logró su segunda oportunidad en tiempo récord", expresaba Miranda en un post publicado recientemente en Instagram.

La Ley de la Segunda Oportunidad, aprobada en España para ofrecer a personas físicas y autónomos la posibilidad de renegociar o incluso cancelar deudas imposibles de asumir, encuentra en este caso un ejemplo de eficacia y esperanza.

Tal y como se ha mencionado anteriormente, uno de los aspectos del caso que más destaca la abogada es la rapidez con la que se desarrolló el procedimiento.

De hecho, María Isabel subraya que, desde la presentación de la demanda, el caso se resolvió en tan solo dos meses y medio.

Asimismo, el proceso, más allá de la rapidez administrativa, se caracterizó por la cercanía y el acompañamiento humano que Miranda brindó a su clienta.

Gracias a su aplicación, Sonia pudo comenzar de nuevo, libre de cargas económicas que durante años habían limitado su capacidad de proyectar su futuro.

En este contexto, María Isabel Miranda subraya que cada vez más personas están descubriendo que no es necesario vivir atrapadas por deudas impagables. "La Ley abre una puerta real a empezar de cero", afirma.

Otro ejemplo de éxito

No obstante, este caso no es el único que destaca en la carrera profesional de la abogada.

Miranda ha conseguido también que algunos de sus clientes vieran perdonadas incluso deudas hipotecarias, algo que no siempre resulta posible, pero que la legislación contempla en determinados supuestos.

"Hay casos en los que se puede perdonar la hipoteca de la casa al 100%", señala la abogada, explicando que, si concurren las condiciones adecuadas y el juez lo considera procedente, la exoneración puede abarcar incluso préstamos garantizados con la vivienda habitual.

Estos precedentes consolidan la Ley de la Segunda Oportunidad como un mecanismo real de alivio financiero, no solo frente a deudas de consumo o préstamos personales, sino también frente a cargas hipotecarias que asfixian a muchas familias.