Cada país se rige por sus propias creencias y tradiciones culturales, que en muchos casos pueden diferir de forma radical entre naciones.
Así, lo que en España se da por sentado, en China, puede interpretarse de un modo completamente diferente.
En relación con el idioma parece que se tienen conceptos... muy diferentes. Martín, un arquitecto gallego que vive en China, detalló al youtuber Santiago Armesilla cómo es la cultura china hoy en día.
"Si no sabes el idioma, no puedes..."
Adaptarse a una sociedad tan distinta como la China no es un cambio sencillo, y Martín lo vivió en primera persona.
Al llegar, asegura que apenas tenía una idea aproximada de lo que se iba a encontrar: "Llego allí y digo: bueno, me adapto, pero soy un extranjero y no me mezclo con nada", explica.
Esa desconexión, marcada sobre todo por la barrera del idioma, se convirtió en su principal obstáculo en esta nueva aventura.
"Si vives en China y no hablas mandarín, eres un analfabeto y no tienes posibilidad real de interactuar con el entorno", reconoce.
El caso de Martín no es el único. Muchos extranjeros comparten la misma sensación. Según el Ministerio de Educación de China, solo el 20% de los residentes internacionales estudia mandarín de forma activa, y la tasa de dominio real del idioma entre expatriados es baja.
El propio Instituto Confucio estima que manejarse con soltura requiere más de 2.200 horas de estudio, lo que convierte a esta lengua en una de las más difíciles del mundo para hispanohablantes.
En el caso de Martín, los primeros meses fueron de pura supervivencia. Su nivel era "muy, muy básico".
Esto, limitaba su día a día, e incluso su capacidad para gestiones muy simples como ir al supermercado.
De acuerdo con Chinese Inmigration Servie, más del 40% de los extranjeros que se instalan en China abandonan el país en menos de dos años, siendo la adaptación del idioma como uno de los principales motivos.
"Después de seis meses decidí quedarme", cuenta. Fue entonces cuando asumió que debía dar un paso más.
"Esta va a ser mi civilización, este va a ser el lugar donde yo voy a vivir y tengo que comportarme como un ciudadano", se decía constantemente.
De tal manera, uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los extranjeros, al considerar a China como su nueva residencia, no solo es el choque cultural, sino también el lingüístico.
Es por ello que los expertos aconsejan que para facilitar la integración, es aprender mandarín, al menos a un nivel básico para la vida diaria.
