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La escasez de vivienda es un tema que no deja de generar debate en nuestro país. Mientras que algunos defienden la necesidad de construir más, otros señalan a las viviendas turísticas como las principales responsables del problema.

En medio de esta discusión, el economista Gonzalo Bernardos aprovechó para aportar su visión sobre la crisis inmobiliaria y, de paso, lanzar un aviso a quienes estén pensando en comprar una casa.

"Los que se quieran comprar una casa se tienen que dar mucha prisa", señala el economista sin ningún tapujo.

Bernardos pone el foco en los jóvenes, que cada vez lo tienen más difícil para acceder a una primera vivienda. 

Los datos hablan por sí solos. En 2007, el 79% de las personas entre 30 y 44 años tenían casa en propiedad.

Gonzalo Bernardos durante su intervención. 'Finect-Invertir mejor' Youtube.

En 2023, esa cifra cayó al 57%. Mientras que para los de 16 y 29 años, el desplome fue más brusco. Del 59% en 2007, pasó al 29% en 2023.

"Tenemos un millón de jóvenes con malas condiciones financieras y otro millón y medio con un empleo estable, que tarde o temprano querrá comprar una vivienda", explica.

El problema, apunta, es que la oferta no acompaña a este panorama. El experto apunta a que 2025 cerrará con unas 170.000 o 180.000 viviendas en España, todavía muy lejos de lo que demanda el mercado.

La consecuencia es inmediata: los pisos que salen a la venta, sobre todo los de obra nueva en buenas zonas, se esfuman en cuestión de días.

"Las que están bien, ni me da tiempo a ir a verlas. Se venden solas", comenta sin ningún tapujo ante los micrófonos.

¿Otra burbuja?

Muchos se preguntan si este escenario recuerda a los años de la burbuja inmobiliaria, allá por el 2008. 

Sin embargo, Bernardos lo niega: "Ningún activo sube siempre. También la vivienda tiene altibajos", puntualiza.

Aun así, recalca que la situación actual es muy distinta porque la demanda supera con mucho a la oferta que existe.

"Por cada vivienda que pongo en venta tengo entre tres y cuatro interesados, pero solo se la puede llevar uno. Los demás se van al mercado de segunda mano, donde también suben los precios", expresa.

Ante este panorama, el experto tiene una previsión muy clara. En 2025, la obra nueva podría subir más de un 15% y la vivienda usada en torno al 12%, una tendencia de la que no ve que pueda frenar pronto.

"La demanda embalsada de jóvenes y la creciente atracción internacional de España seguirán empujando los precios", puntualiza finalmente el experto.