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España atraviesa un momento complejo en el sector inmobiliario. La oferta en el mercado sigue disminuyendo, las okupaciones aumentan, los alquileres turísticos predominan en las grandes ciudades y los precios continúan disparándose.

Esta situación afecta especialmente a los jóvenes, que ven cada vez más difícil independizarse o acceder a una vivienda en venta o alquiler a un precio asequible.

El experto inmobiliario Jaime Palomera explicó con claridad la situación del mercado en España y por qué, considera que esta crisis inmobiliaria no parece asemejarse mucho a la del 2008.

La burbuja inmobiliaria

El acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales problemas sociales y económicos en España. Comprar una casa supone para muchos un reto casi inalcanzable. Esto implica endeudarse durante décadas y asumir elevados impuestos.

El sistema, sin embargo, favorece a quienes ya poseen patrimonio. Grandes fortunas y fondos de inversión disfrutan de ventajas fiscales que facilitan la compra de inmuebles. Así, mientras muchos luchan por su primera vivienda, los más ricos acumulan propiedades y riqueza.

Esta dinámica refuerza la brecha social y alimenta la idea de que la vivienda beneficia principalmente a los privilegiados. El mercado se presenta como un juego desigual, donde la mayoría enfrenta obstáculos crecientes. Las desigualdades se reflejan tanto en la compraventa como en el alquiler.

Según Idealista, en junio de 2025 el precio medio de la vivienda en venta en España alcanzó los 2.438 euros por metro cuadrado. Esto supone un aumento del 14% respecto al mismo mes del año anterior. La fuerte demanda mantiene la presión sobre los precios al alza.

En el mercado del alquiler, el precio medio llegó a 14,60 euros por metro cuadrado, un 9,7% más que en 2024. Aunque el incremento es menor que en la compraventa, confirma la tendencia de encarecimiento generalizado.

Jaime Palomera, director del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona y experto inmobiliario, explicó qué está ocurriendo con la vivienda y por qué considera que esta 'burbuja inmobiliaria' beneficia especialmente a los más adinerados.

"Estamos en una nueva burbuja inmobiliaria", señaló el experto. "Los precios llevan más de 10 años subiendo y cada vez están más lejos de los salarios. Lo que vivimos hoy no es como en 2008. Entonces hubo un exceso brutal de construcción y mucho crédito barato. Ahora es una burbuja de precios".

Palomera indicó así la gran diferencia entre ambas crisis: esta es por falta de oferta. "Hay dos motores que la inflan. El primero es la entrada masiva de capital especulativo. Entre 2014 y 2024, el 56% de las compras de casas se hicieron sin hipoteca. Eso no son familias comprando para vivir, sino individuos con mucho dinero acaparando viviendas", afirmó.

En ese caso el segundo motor es: el crédito barato. "Desde 2024, el Banco Central Europeo ha bajado los tipos de interés y los bancos privados ofrecen hipotecas más económicas. Esto anima a más gente a endeudarse y, en un mercado limitado como el de la vivienda, el resultado es que los precios suben aún más", indicó.

De ese modo, el experto explicó que esto provocaba un círculo vicioso en el que "los que más ganan son los ricos: los mismos que cobran los intereses de la hipoteca".

Pero, ante esta situación: ¿qué se puede hacer? "Primero, poner impuestos fuertes a la especulación para frenar la entrada de capital que infla los precios. Segundo, regular el sistema hipotecario y limitar la capacidad de los bancos para conceder crédito sin medida, porque eso alimenta la burbuja", apuntó.

El tercer paso según Palomera sería el siguiente: "Apoyar a la gente trabajadora que compra su primera vivienda con ayudas condicionadas a que esas casas pasen a ser protegidas, evitando la especulación".

"La vivienda no puede seguir un casino, porque eso solo lleva a que los ricos sean cada vez más ricos y tú estés cada vez peor", concluyó el experto.