El sector de la construcción está pasando por una situación cada vez más complicada que afecta a su productividad y crecimiento, y gran parte de ello sucede por la falta de mano de obra en la industria, pues existe una falta de interés por parte de la gente joven.
Según datos del Observatorio Industrial de la Construcción, solo el 10,3% de los empleados de este colectivo tienen menos de 30 años. La edad media de los trabajadores en el sector ha crecido hasta situarse cerca de los 45 años, lo que supone un aumento de unos 8 años desde 2007.
Uno de los grandes problemas de esta situación es que las grandes exigencias físicas que demanda esta actividad están recayendo en personas que empiezan a ser demasiado mayores para soportar algunos esfuerzos físicos, lo que genera una gran alarma entre los profesionales.
La falta de demanda laboral y la escasez de talento se juntan con un relevo generacional insuficiente que comienza a generar inquietud entre los profesionales del sector, y son muchos de ellos los que comienzan a alzar la voz.
Falta de relevo generacional
Manuel, un obrero de la construcción de 57 años, que tiene una gran trayectoria profesional en este oficio, ha hablado en una entrevista en el telediario de Telecinco sobre la preocupación existente por esa falta de trabajadores jóvenes.
"Me levanto a las 5 de la mañana y llego a casa a las 10 de la noche", explica el trabajador, que asegura que la escasez de trabajadores hace que, en algunos casos, se vean obligados a extender su jornada laboral, y lo peor de todo es que las previsiones futuras son aún peores.
Manuel tiene claro que "la gente no quiere trabajar, porque trabajo hay", pero es consciente de que los jóvenes no se sienten atraídos por un ámbito laboral que es muy sacrificado, y en el que hay que lidiar con "el sol, con mucho calor y muchas exigencias".
Ante este panorama, acepta con resignación que su generación "es la última que queda en la obra", ya que asegura que no hay reemplazo, algo a lo que pudo contribuir la burbuja inmobiliaria de 2008, en la que la mitad de los trabajadores tuvieron que cambiar de trabajo.
Dada la situación del sector de la construcción, el gran reto será aún mayor en el momento en el que los albañiles de la generación de Manuel alcancen la jubilación en las próximas décadas. En ese momento, el 10% de los trabajadores menores de 30 años tendrán que asumir esta labor.
En este sentido, la Fundación Laboral de la Construcción y la Confederación Nacional de la Construcción prevé que, en un plazo de diez años, se jubilen en torno al 21,9% de la población ocupada, por lo que no habrá otra posibilidad de que exista un relevo generacional.
Entre los nuevos trabajadores, a pesar de su necesidad, no se espera una amplia incorporación de mujeres, que apenas representan un 8,9% de los puestos ocupados totales en la actualidad. Por ello, el sector tiene por delante el reto de convencer a los jóvenes de las ventajas de esta profesión.
Para ello, y teniendo clara la exigencia física que supone trabajar en la construcción, tendrán que subir los salarios para incentivar a una generación que se encuentra con grandes problemas por los altos precios de la vivienda y la falta de salarios competitivos.
Problemas en el sector de la construcción
El sector de la construcción no solo tiene el problema de que exista una falta de relevo generacional para los trabajadores actuales, sino que este se suma a la falta de suelo urbanizable y los plazos de construcción que originan un gran problema general.
Como consecuencia de la falta de demanda laboral, se produce un problema de eficiencia que está afectando tanto a los clientes como a los trabajadores, que se ven en la necesidad de asumir más tareas de las que realmente les correspondería.
En otros casos se ven obligados a incrementar el ritmo de trabajo de distintas maneras que pueden llegar a afectar de forma notable a su salud y bienestar. No son las únicas consecuencias, ya que los retrasos dan lugar a sobrecostes, que a su vez supone un aumento de los precios.
En la actualidad, la oferta es muy inferior a la demanda de hogares, llevando a que el mercado inmobiliario en España esté en una situación realmente complicada, provocando un aumento de precios que dificulta el acceso a la vivienda.
El aumento de los costes de producción, la falta de mano de obra cualificada, la especulación inmobiliaria y la falta de suelo urbanizable es un problema urgente en España y es por ello por lo que son muchas las voces y organizaciones que instan a que se tomen medidas urgentes.
Este es el caso de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), que desde hace tiempo advierte de que el problema de la vivienda en España no se podrá solventar si no se soluciona la falta de mano de obra en el sector. Sus estimaciones pasan por reclutar a 700.000 trabajadores, que son los que harían falta.
Esta falta de mano de obra deberá paliarse con medidas que inviten a los ciudadanos a que tengan un mayor interés por un sector de trabajo que, aunque sea exigente, les pueda colocar en una situación económica interesante.
