Son muchos los españoles que, ante la falta de oportunidades y un nivel salarial insuficiente, optan por marcharse de España. El fin es claro: buscar nuevas oportunidades en el extranjero, ya sea en Australia, Estados Unidos, Tailandia e incluso Vietnam.
EL ESPAÑOL ha contactado con David Jiménez, un joven español que trabaja como profesor de inglés en Hanói desde hace seis años. Este malagueño se formó en Valladolid, pero tras una experiencia en Estados Unidos entendió que su espíritu aventurero le empujaba a emigrar.
En Vietnam, enseña inglés a niños pequeños y se siente muy querido y muy valorado. "Aquí me siento libre y querido, eres como un ídolo", afirma. Además, a nivel económico se muestra muy satisfecho: "En Vietnam se puede vivir bien con mucho menos de 1.000 euros al mes", confiesa el maestro.
Comida por sólo 1 euro
A diferencia de España, donde los desorbitantes precios de la vivienda, la inflación y los bajos salarios asfixian a los jóvenes, en Asia los precios son inferiores y, por tanto, la calidad de vida con un empleo de profesor es mayor.
Explica que los gastos del día a día varían en función del estilo de vida que quieras llevar: "Si quieres comer en un restaurante de comida extranjera, un plato te cuesta entre cinco y diez euros, pero si quieres comerte un plato vietnamita te sale por sólo un euro", revela a este diario.
David, junto a sus alumnos en Vietnam.
En cuanto a la vivienda, también existen opciones muy asequibles. "Puedes vivir en un apartamento de dos habitaciones por 400 euros o, por el contrario, en un estudio por 120 euros", cuenta David, malagueño de 33 años.
Por otra parte, está muy satisfecho con su remuneración como maestro en una escuela de la capital del país, ya que "es un salario que en España no tendría, un poco más de 2.000 euros; con una buena calidad de vida trabajando 32 horas de lunes a viernes" y con unos precios más económicos.
David recuerda que aterrizó en Vietnam antes de la pandemia del coronavirus y que, aunque no tenía trabajo, sabía cómo conseguirlo, ya que una amiga le comentó que "si eres profesor y tienes un buen nivel de inglés hay mucho trabajo y está bien pagado".
Entonces, en tan sólo dos semanas, encontró trabajo y se siente a gusto: "Me gusta mi estilo de vida, porque puedo ahorrar mucho dinero, puedo viajar y me siento feliz". No obstante, admite que echa de menos a su familia, amigos y tener que renunciar a eventos tan importantes como bodas de amigos, pero el balance es positivo.
¿Volverá a España?
Finalmente, tras preguntarle si tiene planeado volver a España, argumenta que no se plantea "opositar o directamente encontrar un trabajo en España o en Málaga porque es muy difícil y los salarios son muy bajos".
Por lo tanto, confirma que no quiere regresar al calor del hogar y que a sus 33 años le gusta su estilo de vida en la otra punta del planeta. Eso sí, no descarta moverse a otro país, "pero no en España", sentencia.
