Hoy en día diferentes profesiones han perdido atractivo entre el segmento juvenil de la población, especialmente aquellas pertenecientes al sector de la construcción. Así, ser albañil ha perdido reconocimiento y ha pasado a ser una profesión sin relevo generacional.
Esto ha causado una grave crisis en este sector. La amplia escasez de trabajadores provoca que sea difícil llenar los puestos y, por ende, haya conflicto en los salarios que perciben según su puesto de trabajo.
De tal manera, el albañil y fundador de una empresa dedicada a las reformas llamado Cristian explicó cómo se ha complicado esta situación y qué ocurre con los sueldos.
El sueldo de un albañil
La escasez de albañiles se ha convertido en un problema creciente para la construcción en España. Cada vez son menos los profesionales cualificados, lo que dificulta que las obras se finalicen a tiempo y con la calidad requerida.
Esta falta de mano de obra especializada está afectando tanto a empresas como a clientes. A pesar de la alta demanda, los salarios de los albañiles no siempre reflejan su experiencia ni su formación.
Muchos trabajadores con años de trayectoria reciben remuneraciones que no compensan su carga física y responsabilidad de su labor. Esta situación provoca frustración y desmotivación en el sector. Precisamente este tema es el que ha analizado Cristian en el podcast Sector Oficios.
Cristian es un profesional del sector de la construcción que, junto a su pareja Anabel, decidió emprender y fundar su propia empresa de reformas integrales. Comenzó de joven como ayudante de lampista, donde aprendió fontanería, electricidad, carpintería metálica...
Con los años, trabajó tanto como asalariado en grandes empresas como de manera autónoma, liderando proyectos en distintos sectores y adquiriendo experiencia en gestión de equipos, presupuestos y recursos humanos.
"Nos ha costado mucho conseguir un paleta para tenerlo en plantilla", rememora Cristian. "Ahora lo hemos logrado y, según el convenio, son 1.800 euros netos, es decir, lo que recibe cada mes. Entre las horas extra y demás, intentamos que lleguen a los 2.400 euros".
Eso sí, el albañil señaló cómo en ocasiones es más rentable contratar un autónomo: "Es más fácil porque cobra por metro y solo necesitas la factura con IVA. Pero con el servicio que ofrecemos, necesitamos a alguien en plantilla. Así que tengo mi equipo fijo y, si surge algo puntual, contrato a un autónomo".
La pregunta del millón: ¿Cuánto debe cobrar un albañil? "Ahora mismo, un profesional que te coloque azulejos bien, al que le puedas explicar el trabajo y lo deje hecho, creo que debería estar cobrando 2.800 euros al mes", indicó Cristian.
La respuesta cambió con un peón. "Ese es el problema: casi no hay diferencia. Es súper importante que un peón sea bueno, porque hoy en día muchos están más pendientes del móvil. El peón que tengo es el mejor que hay, igual de importante que el alicatador o el carpintero", explica el albañil.
Cristian rememoró cómo se ha topado con todo tipo de peones en su empresa. "He tenido peones que pasan de todo, y aunque respeto su estilo, si un oficial de primera cobra 1.700 euros y el peón casi 1.600 mientras está con el móvil, el oficial se frustra porque siente que debe gestionar todo él", apunta.
Por esa razón, encontrar un peón bueno es como buscar una aguja en un pajar, especialmente si se buscan trabajadores formados. "De los últimos diez que contraté, solo me quedé con uno", contó el albañil.
Esto se refleja en que ya solo se fía del boca a boca a la hora de buscar trabajadores nuevos. "Empezamos buscando gente en portales de empleo y fue un fracaso total. Hay que tener en cuenta que estamos metiendo a gente en casa, lo que hace que la confianza sea clave", contó.
