Los bajos salarios son una cuestión que genera gran preocupación entre la población española, y no porque los sueldos no hayan subido en los últimos años, sino porque no lo han hecho al mismo ritmo que se ha encarecido la vida, lo que provoca un desequilibrio que en algunos casos impide llegar a fin de mes.
Acerca de este asunto han hablado en varias ocasiones en el programa La Sexta Xplica, donde José Luis Azañón, propietario de la cadena de peluquerías Rizos, no se ha cortado a la hora de hablar de la situación fiscal que deben afrontar los empresarios en nuestro país.
Azañón, de 54 años, ha sido contundente al afirmar que "no creo que ningún empresario se niegue a subir salarios, pero contamos lo que va a pasar", y es que, aunque asegura que la mayoría no está en contra de hacerlo, hay dos efectos que influyen directamente.
Uno de ellos es la inflación, ya que él destaca que el empresario "va a repercutir a precios, siempre que pueda, esos aumentos de costes", además de alertar de que va a haber una inflación en España más importante que la actual.
Por otro lado, asegura que se va a hacer menos competitiva a la pequeña y mediana empresa, puesto que se están haciendo políticas que reducen la gran empresa en España, algo que asegura no entender, aunque "puede ser defendible".
Sin embargo, explica que "los aumentos de salarios lo único que van a hacer es menos competitiva a la pequeña y mediana empresa", por lo que insiste en que son puntos muy a tener en cuenta.
Medio sueldo en impuestos
Para José Luis, lo más curioso es que, a la hora de hablar de los salarios, siempre se pone el foco en el papel de los empresarios "y no en la parte que realmente podría hacer un trabajo mucho más efectivo y rápido", que asegura que es el Gobierno.
En su opinión, el Ejecutivo tiene en su poder dos herramientas fundamentales que podrían ayudar a mejorar la situación de los trabajadores, siendo una de ellas la de bajar la presión fiscal que actualmente existe.
"A mis peluqueros más de la mitad del sueldo se les va en impuestos", recalca el experto, que indica que la renta disponible de un trabajador en el menor de los casos se sitúa por debajo del 50%, si se tiene en cuenta toda la presión fiscal que se ejerce.
El empresario asegura que no se refiere tan solo a los costes directos del trabajo, sino a lo que cada persona sufre en su día a día, ya que más allá del coste laboral, tienen que pagar el IVA y una serie de impuestos que merman sus finanzas.
"¿Qué puede hacer el Gobierno?, Políticas de actuación sobre el gasto público, haciéndolo mucho más eficiente para disminuir la presión fiscal", defendió en su intervención en el programa.
Por otro lado, insiste en la necesidad de tomar medidas para solucionar el problema de la vivienda, recalcando que desde la década de los 80 hasta la actualidad, "sea está haciendo un 85% menos de vivienda pública y de precio tasado en un momento en el que la población española ha crecido por la inmigración".
Ante este panorama, sugiere que se bajen los precios con una mayor oferta, pero considera que el verdadero problema que se está sufriendo es que "el Gobierno no actúa con conocimiento de las necesidades".
¿Por qué se va la mitad en impuestos?
En España aproximadamente el salario que genera un trabajador se destina a impuestos por la combinación de diferentes factores fiscales y contribuciones sociales, una carga que se compone principalmente de:
- Cotizaciones a la Seguridad Social: las empresas deben pagar en nombre del trabajador una gran parte destinada a la Seguridad Social que cubre pensiones, desempleo, accidentes laborales y otras prestaciones. Esta cotización puede superar para el empleado el 30% del salario bruto del trabajador, aunque este también contribuye con parte de su salario.
- IRPF: el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es un impuesto directo y progresivo que se aplica sobre los ingresos del trabajador y que se descuenta del sueldo bruto para calcular el sueldo neto. El porcentaje varía en función del nivel de ingresos.
- Impuestos indirectos: además de los impuestos directos sobre la nómina, el trabajador gasta parte de su salario neto en bienes y servicios que llevan impuestos indirectos, principalmente el IVA y otros impuestos especiales sobre productos como carburantes, tabaco o alcohol.
España es, según un estudio del Foro Económico Mundial (FEM) uno de los países en los que los trabajadores destinan aproximadamente el 50% de lo que generan con su empleo a impuestos y cotizaciones, solo superada por países con Estados de bienestar muy desarrollados como Suecia, Dinamarca o Francia.
Esto supone que, aunque el salario bruto pueda parecer alto, el dinero efectivo disponible para el trabajador una vez descontados todos los impuestos y cotizaciones es de aproximadamente la mitad, con lo que ello supone para las finanzas de los propios trabajadores.
Son muchos los expertos que aseguran que esta carga fiscal es injusta, ya que afecta mucho a la clase media y trabajadores con unos ingresos medios, que se ven obligados a asumir una presión fiscal real muy elevada y que puede llegar incluso a superar el 50% del total generado.
