Conseguir una plaza como funcionario en España se ha convertido en el sueño de miles de personas que buscan una estabilidad laboral y la seguridad de tener todos los meses un sueldo fijo.
Sin embargo, detrás de ese objetivo hay un camino lleno de obstáculos: falta de plazas suficientes, una competencia feroz y un sistema de estudio que no siempre resulta el mejor para todos.
Así lo resume un funcionario de prisiones, quien prefiere hablar sin filtros ante la situación que observa con muchos compañeros: "El principal error que yo veo es el no sacrificar tiempo de tu vida para sacar esto por miedo, entiendo que a no conseguirlo".
Un miedo, que según explica en una entrevista para el perfil de Instagram de funcionarios de prisiones, lleva a muchos de ellos a rendirse antes de intentarlo de verdad.
Y es que, aunque sabemos que el mundo de las oposiciones no es tarea fácil, el entrevistado insiste en que se trata más de constancia que de talento. "No, no, es que o estudio fuerte o no hay nada que hacer", subraya.
Según aclara este trabajador, uno de los problemas más comunes es la manera en la que los aspirantes se enfrentan al temario. Muchos empiezan con energía, leen, practican o buscan resolver dudas, pero no se animan a dar el paso más importante: memorizar.
"La gente pues no se anima a memorizar. Yo es lo que la reflexión que saco", comenta. Y es que, según su experiencia, sin memorización no hay plaza.
El exceso de materiales y academias también podría jugar en contra. El mercado de temarios es tan amplio que los opositores acaban perdidos entre manuales, resúmenes, apuntes o libros complementarios.
"A lo mejor en tu temario no te gusta este tema, pues compras otro temario. Pero si es que son todos prácticamente iguales", explica, dejando ver que esa sobrecarga de opciones puede generar más ansiedad que ayuda.
En las academias, dice, se ofrece una metodología clara: orientación, notas previas a cada tema y consejos para saber dónde hay que poner más esfuerzo.
Pero aun así, muchos se desvían del camino y terminan dudando de todo. "Hay mucho mercado que al final pues colapsa un poco y te agobia y te hace dudar", señala.
Sin embargo, el funcionario insiste en que no hay fórmulas mágicas ni secretos ocultos. Todos tenemos la capacidad suficiente para entender los temas, lo que marca la diferencia es la disciplina.
"Todos los seres humanos tenemos la capacidad de comprensión suficiente para comprenderlo y luego, solo algunos deciden hacer el esfuerzo para estudiarlo, que son los que consiguen la plaza. Ya está. Si es que no tiene más misterio esto", concluye.
Un mensaje duro pero realista en un país donde cada convocatoria vuelve a poner en jaque a miles de aspirantes, donde su sacrificio y constancia son las únicas llaves para abrir la puerta de esa querida estabilidad laboral.
