Comprar una vivienda se ha puesto, literalmente, por las nubes. Así lo recogen diferentes estadísticas de portales inmobiliarios como Idealista. Así, el metro cuadrado en España está en 2.498 euros, nuevo récord de la vivienda usada.
Ante esta situación, hay quien opta por adquirir una vivienda más barata aunque luego tenga que reformarla. La suma de ambas cantidades puede ser inferior a si se compra un piso en mejores condiciones.
Lo que desconocen muchos posibles compradores es que existe una opción en la que se mezclan tanto hipoteca más reforma. Así lo atestigua Antonio Lorenzo, responsable de zona de la firma Dcredit, en LinkedIn.
“Es una opción poco conocida”, asegura el representante de esta empresa que se dedica a la intermediación financiera, asesorando, tramitando y formalizando créditos hipotecarios.
Sin embargo, y según el experto, se trata de una alternativa "muy potente si sabes cómo usarla bien".
¿Qué se necesita?
Un ejemplo: una persona encuentra un piso por 80.000 euros que necesita una reforma de otros 40.000 euros. “Pero en vez de pedir un préstamo personal aparte… financias todo con una sola hipoteca. ¿Cómo? Muy sencillo”, indica.
Antonio Lorenzo apunta a que, en esta situación, el banco lo que hace es “una tasación sobre el valor que tendrá la vivienda ya reformada. Y si los números encajan, te prestan hasta el 80% de ese valor”.
El responsable de zona continúa con el ejemplo antes citado. Recordemos: valor de compra, 80.000 euros; reforma, 40.000 euros. Valor de mercado tras la reforma, 140.000 euros. Financiación: hasta 96.000 euros (80% de los 120.000 euros).
“Una única cuota, intereses más bajos y posibilidad de generar plusvalía desde el primer día. Suena bien, ¿verdad?”, pregunta Lorenzo. Sin embargo, como se suele decir, hay ‘letra pequeña’.
“Ojo, no todo es tan simple”, advierte. ¿Por qué? Porque “necesitas presupuestos serios y detallados”. Además, “el banco libera el dinero de la reforma por fases”. Y, por último, “no todos los bancos ofrecen este producto”.
