La tecnología puede ser un aliado o un enemigo. Aliado, porque ayuda, por ejemplo, a la hora de hacer gestiones. Pero también un enemigo porque no faltan estafas, fraudes y otro tipo de riesgos.
Una de esas personas que ha sufrido una estafa ha sido Teresa, de 75 años, que relató lo que le había pasado en el programa de RTVE ‘Malas lenguas’. “Me robaron alrededor de 8.000 euros”, afirmó.
Los estafadores, en su caso, se hicieron pasar por una entidad bancaria. Le mandaron un mensaje en el que todo parecía correcto. Incluso la iban ‘asesorando’ en los pasos que debía de dar.
“Me siento muy mal”
Los estafadores le dijeron a Teresa que tenía que ir hasta un cajero. Entonces, tenía que sacar dinero del mismo e ingresarlo en otra cuenta a nombre de una persona. Luego se lo reintegrarían.
Esto último no sucedió nunca, aunque le dijeron que lo iban a hacer. “Presenté a las dos entidades involucradas, BBVA e ING, la copia de la denuncia que hice al día siguiente”, continuó relatando la afectada.
Y añadió: “No hice nada más porque he estado como un mes incapaz casi de salir a la calle, por vergüenza, por sentirme más vieja de lo que soy, e incapaz”.
Además, la estafa no sólo ha afectado a su bolsillo, a sus ahorros, sino que también lo ha hecho mentalmente. “Soy una persona que me veo con mis capacidades en su sitio y ahora mismo ya no. Ahora mismo me siento muy mal”, continuó relatando.
Los hechos ocurrieron el pasado 10 de junio. “Ha pasado tiempo suficiente para que me haya recuperado, me haya tragado el sapo, y entonces ahora estoy reaccionando”, reconoció al presentador del programa.
Por eso, no dudó en acusar a las dos entidades financieras de que ninguna “ha intentado ponerse en contacto conmigo. Especialmente el BBVA, en el que hace 50 años que tengo cuenta, que tengo mis ahorros y que tengo mi dinero ahí”.
La actitud de la entidad financiera le ha dolido sobremanera: “Para mí es dinero, quizás para ellos no, pero para mí, sí”.
Este tipo de suplantaciones de identidad son bastante comunes de ahí que diferentes bancos aconsejen a sus clientes estar ojo avizor. Entre los consejos que dan, destacan que los ciberataques pueden empezar con un email, WhatsApp, SMS o llamada inesperados.
Entre su modus operandi, pueden pedir que la persona abra un link, que descargue un archivo, o que se llame a un determinado número de teléfono, por ejemplo. Asimismo, suelen decir que es urgente para que la persona se asuste y pinche donde ellos quieren.
