El poder adquisitivo de los españoles, aunque suban los salarios, se ha estancado. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los salarios reales -teniendo en cuenta la inflación- han aumentado un 2.75% en los últimos 30 años.
Esta cifra contrasta con los números del resto de países de la OCDE, donde el crecimiento salarial, de media, se sitúa en un 30,8% para el mismo periodo. En este sentido, el economista Javier Díaz Giménez tiene claro que la causa de esta precariedad es la falta de productividad.
"El máximo salario que te pueden pagar es el valor de tu productividad. Nadie te va a pagar ni un euro más. Da igual que pongas el salario mínimo en 10.000, en 100 o en 3.000. Nadie te va a contratar y te va a pagar por encima de tu productividad", afirma.
"Productividad muy baja"
Así, aunque surjan a diario testimonios de trabajadores, incluso pluriempleados, que no consiguen reunir el dinero suficiente para pagar sus facturas, mantener a su familia o independizarse; el experto tiene claro que la causa es la falta de productividad.
Durante el debate de La Sexta Xplica, el profesor del IESE Business School ha expresado que el mínimo salario "que te pueden pagar es tu coste de oportunidad" y ha puesto como ejemplo que a "los futbolistas no se les puede pagar menos de una millonada porque se irían a otro club que se lo pagaría".
Entonces, su análisis concluye con que el motivo por el que los salarios son insuficientes en relación al coste de la vida es que "la productividad y el coste de oportunidad de muchos españoles es muy bajo".
Admite, a su vez, que en España hay "muchos meses que son muy caros, más caros de lo que te permite tu productividad y tu capacidad de generar ingresos". En respuesta, subraya que, "afortunadamente, hemos tenido la suerte de nacer en un país europeo con un estado de bienestar espectacular".
Estado de bienestar
Y añade que "esto nos ayuda a llegar a fin de mes, nos asegura contra muchos riesgos: contra tener un desempleo, contra un problema de salud, podemos mandar a nuestros hijos a los coles públicos..."
Finalmente, sentencia con que, gracias a estas ayudas, aunque haya meses con la inflación disparada en los que se complica enormemente llegar a fin de mes, "siguen siendo unas vidas magníficas".
