La cultura del esfuerzo se entiende como la creencia de que se consiguen las metas a través del trabajo. El escritor y experto en desarrollo personal, Álex Rovira, ha hablado sobre este concepto y el esfuerzo en sí mismo.
“Se habla mucho en el aprendizaje de la cultura del esfuerzo, pero creo que es un grave error. Porque el esfuerzo en sí mismo, sólo el esfuerzo, no es un valor final, es un valor instrumental”, señala.
Rovira explica que “el esfuerzo es un instrumento. Tú te esfuerzas, pero ¿para qué? Para lograr, para realizar", matiza.
"Creo que como clave de aprendizaje estaría el entusiasmo, la pasión, el esfuerzo, pero el esfuerzo sin alegría y placer puede llevar a conductas autodestructivas", añade en una de sus conferencias difundidas en su canal de YouTube.
Al hablar de reconocimiento, el autor destaca que no se trata solo de valorar al otro, sino también de “volvernos a conocer continuamente, liberándonos de prejuicios, de imágenes proyectadas”.
En este sentido, subraya que los equipos de alto rendimiento comparten tres valores clave: respeto, admiración y afecto profundo.
“Sin respeto no hay nada. En el aprendizaje es lo mismo, hay que respetar a la persona que está aprendiendo. Segundo, la admiración”, puntualiza.
Finalmente, el escritor concluye con otra idea central: “Hablamos poco del amor como la energía de la confianza, la transformación y el diálogo. Y creo que realmente no puede haber un aprendizaje radical sin un amor radical”.
